El misterioso asesinato de los tres policías que fueron hallados acribillados en el interior de una dependencia del Ministerio de Seguridad bonaerense en La Plata ya generó la reacción de la Casa Rosada.
El presidente Néstor Kirchner no perdió tiempo para hablar de lo ocurrido en la dependencia de la cartera que comanda León Arslanian. Aprovechó un acto en la Casa de Gobierno para referirse directamente al caso. Dijo que "nada es casual" en tiempos electorales, deslizó posibles vínculos entre los homicidios y los juicios que se llevan adelante por los crímenes de la dictadura y apuntó a la oposición.
"Me duele la muerte de estos tres jóvenes", afirmó en medio de su discurso. Añadió que los policías fueron asesinados de manera "cruel, inhumana y bestial" y completó: "Son cosas que se están dando en estos días".
En la misma línea, el jefe del Estado no dudó en ligar los hechos con la cercanía de los comicios. "No hay cosas casuales a tan pocos días de las elecciones. Hay hechos que son ocasionados".
Hipótesis. Enseguida, arriesgó posibles explicaciones para el crimen. “Se pueden dar tres variantes: un ajuste de cuentas mafioso, una casualidad o [puede tener que ver] con los juicios que se llevan adelante”, señaló en alusión a las causas reabiertas por los delitos de la última dictadura.
También apuntó contra la oposición. "Hay algunos que quieren volver hacia atrás y matener los nichos mafiosos, que están desesperados porque la gente no los acompaña con el voto y tratan de generar estas situaciones".
Aunque sin nombrarlo, se refirió en particular a Juan Carlos Blumberg. "Incluso hay algunos que han mentido sobre títulos que no tenían y que se juntan con sectores que tuvieron que ver con la feroz dictadura", señaló en obvia alusión al escándalo por el falso título de ingeniero que rodeó al candidato a gobernador hace unos meses.
Los asesinatos. Los policías acribillados son tres efectivos que hacían guardia en una planta transmisora del Ministerio de Seguridad bonaerense ubicada en las calles 7 y 630, del barrio Aeropuerto de La Plata.
En el lugar, las fuerzas de seguridad, encabezadas por el director de Investigaciones de la bonaerense Hugo Matzkin instalaron un importante dispositivo para aislar la zona, preservar posibles indicios del móvil de las muertes.
Del operativo participan efectivos de la bonaerense, peritos de la policía científica y la División Caballería de la fuerza provincial.
fuerza policial-
Una versión no confirmada por el ministerio indica que faltan las armas que había dentro del destacamento. Sí desapareció una camioneta policial estacionada afuera. El vehículo apareció esta mañana cerca del paraje conocido como La Granja, en jurisdicción del destacamento La Unión.
Desde el lugar de los hechos, la fiscal platense a cargo de la investigación., Leila Aguilar, dijo a LANACION.com que "todavía se están haciendo pericias" tanto dentro del predio donde aparecieron los policías muertos como en los alrededores" y que todavía no se presentaron testigos.
Explicación oficial. En tanto, el gobernador Felipe Solá y Arslanian están reunidos en la sede del gobierno bonaerense. No se descarta que tras la audiencia ambos funcionarios den una conferencia de prensa.
El lugar. La planta transmisora donde fueron hallados los cadáveres se encuentra en un galpón de una zona descampada rodeada de varias quintas, aunque dispersas entre sí.
Allí funciona tambien un sector de comunicaciones y un depósito fiscal, donde habría autos y otro material secuestrado. Hasta ahora, más allá de la sustracción de las armas, la hipótesis del robo es descartada por las autoridades.
Las identidades. Un sargento y dos jóvenes oficiales son las víctimas del confuso hecho. Se trata del sargento Pedro Díaz y de los oficiales Ricardo Torres Barbosa y Alejandro Batalaro. Los dos últimos egresaron en enero pasado de la escuela de oficiales de la Policía Bonaerense.
El padre de Batalaro contó que el joven, de 27 años, era “feliz” por trabajar como policía.
“Era un chico que tenía ganas de vivir. Entró a la policía, hizo la escuela en la Vucetich, se recibió y llevaba a la policía en la sangre", aseguró Salvador Batalaro en declaraciones a Radio Uno.
"Soy policía". “Siempre le decía que no se pusiera el uniforme porque me daba miedo, pero él me contestaba: ´Papi, yo soy policía y llevo la ropa de policía. Yo entré para ser policía y soy policía”, añadió el hombre.
Además, relató que su hijo trabajaba como custodio de la planta desde hace poco más de un mes. “Estaba muy bien porque decía que era un lugar tranquilo”, completó.
El confuso episodio, que pone en jaque un área muy sensible de la administración provincial, ocurre a nueve días de las elecciones y en un distrito clave.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario