“Para muestra falta un botón”, pero igualmente fueron muy pocos quienes comprendieron desde un primer momento que el objetivo de la administración macrista en la Ciudad de Buenos Aires era privatizar la Educación pública y gran parte de lo que, actualmente, es potestad del Estado. Y este objetivo se profundizó en los dos últimos mandatos de Rodríguez Larreta como Jefe de Gobierno. En materia educativa los ejemplos son muchos y variados: la eliminación de cuadrillas de trabajadores del estado que realizaban el mantenimiento integral en toda la infraestructura escolar, que fueron reemplazados por la tercerización de los servicios de empresas privadas. Las concesiones rubricadas con 19 firmas privadas que se reparten más de 12 mil millones de pesos, para administrar los comedores que se encuentran dentro de las escuelas públicas, y que tienen en sus manos la alimentación de cientos de miles de estudiantes que asisten a clases.

Otra iniciativa reciente que comenzó a mediados de 2022, es el dictado de “Educación Financiera” para estudiantes secundarios porteños, en manos de empresarios de grandes firmas nacionales e internacionales, entre las que se encuentran: el “banco digital” Ualá, Mercado Libre, la Cámara de Fintech de Argentina, Mujer Financiera, Ripio, Balanz, Afluenta y Poincenot; entre otras. Es decir, los cursos de Educación Financiera no son dictados por docentes, profesores, maestros especializados de la educación pública, sino por representantes de CEO’S de firmas privadas.

En las últimas horas el ejecutivo porteño dio un paso más en ese sentido y oficializó la contratación directa de la empresa “Pearson Education S.A” de capitales británicos, por $179.200.000, para la enseñanza del idioma inglés a alumnos de nivel primario y secundario en las escuelas y colegios estatales. Las clases se dictarán vía remota.

Fue el propio ministerio de Educación porteño que contrató a esta empresa británica, mediante la gerencia Operativa de compras y contrataciones: “Tramita la contratación de la firma “Pearson Education S.A.”, para la prestación del servicio integral de planificación, diseño y dictado de clases de inglés en línea (modalidad sincrónica) para estudiantes de segundo ciclo de nivel primario y estudiantes de nivel secundario de escuelas de gestión estatal, del gobierno de la CIudad Autónoma de Buenos Aires, solicitado por la Dirección General de Planeamiento Educativo”, asevera el documento publicado en el sistema BAC (Buenos Aires Compras)

Los sindicatos y gremios docentes mayoritarios repudiaron este nuevo avance de la gestión de Rodríguez Larreta para privatizar la educación pública. Desde la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE-Ctera) rechazaron esta tercerización de la enseñanza. “Pearson Education es una de las empresas que forma parte del mapa de mercantilización y privatización de la educación” destaca el comunicado y asegura que esta nueva privatización educativa se da en el marco de la falta de docentes “producto de la sistemática persecución y el permanente hostigamiento, sumado a la sobrecarga laboral que estructuran la política educativa de la ciudad, hoy los grupos de estudiantes tienen enfrente un supuesto docente de idioma en forma virtual y un maestro de grado de cuidador”, agrega el documento.

“En vez de cumplir con la obligación de garantizar docentes para cubrir los cargos vacantes”, sigue el comunicado, “el gobierno contrata a una organización del exterior para que lo haga, evadiendo así toda su responsabilidad de garantizar profesores y profesoras titulados e idóneos para tal fin. A su vez, las y los docentes contratados, están por fuera de todo marco regulatorio del sistema, avanzando en la precarización de la tarea pedagógica”, suma.

Datos relevados por Maru Bielli, diputada porteña del Frente de Todos y candidata a renovar su banca por Unión por la Patria, le dan la razón a la unión de Trabajadores de la Educación (UTE-Ctera). El año pasado, la referente política, implementó un contador de horas sin clases por falta de docentes en CABA. El promedio de los últimos datos relevados por este contador, aseguran que “todos los días quedan un promedio de 120 cargos vacantes en el nivel primario y 1800 horas libres en secundaria. Esto último es como si 10280 adolescentes no tuvieran la mitad de horas de clase por día”, publicó Bielli en sus redes sociales.

Para la asociación docente Ademys, esto “es un ataque directo a la escuela pública. Se combina con el desfinanciamiento, la baja de presupuesto y una orientación pedagógica de mercado que se refuerza con la contratación de esta empresa Británica”, destaca en diálogo con Tiempo Federico Puy, secretario de prensa y comunicación del sindicato.  “¿Qué sigue, la privatización de las Ciencias Naturales?”, cuestión el referente sindical y concluye:  “Va en consonancia con introducir a los bancos y otras empresas en las pasantias gratuitas y en el dictado de clases sobre billetera financiera”.

Comedores de escuelas públicas privatizados

El servicio de comedor que ofrece casi una veintena de empresas privadas, incluye desayuno, almuerzo y refrigerios, y cubre a más de 291 mil estudiantes de escuelas públicas. Si bien las contrataciones se realizan previa licitación pública, el valor del pliego, los plazos para presentar la propuesta y el sistema de puntuación, está direccionado para favorecer a las mismas privadas de siempre que hace años manejan los comedores y, mediante requisitos determinantes, excluye de la licitación a las cooperativas y PyMes.

El último informe de la Auditoría General de la Ciudad sobre “Comedores Escolares y Servicio de Viandas” advierte que “el pliego de bases y condiciones particulares no implementa un mecanismo de control suficiente debido a que el análisis bromatológico de alimentos recae solo sobre el concesionario, lo que no resulta suficiente para garantizar y asegurar alimentos aptos para el consumo”.

El gobierno porteño tampoco quiere que los comedores estén en manos de las cooperadoras escolares. Un ejemplo es la persecución que ejerce durante años contra las familias que integran la cooperadora de la Escuela N° 4 Álvarez Thomas, que estuvo intervenida durante 15 meses y que, al no encontrar un solo hecho de mala administración, en diciembre volvió a manos de las familias.

Las ONG en la educación pública porteña

La intromisión en la educación pública de empresas privadas y ONG no es algo nuevo, pero profundizaron su accionar durante la administración macrista. Desde hace años intentan incidir en la orientación de las políticas públicas. Esto se manifiesta en una idea estructural: las escuelas tienen que formar en función de las demandas de un mundo competitivo.

Hay casos paradigmáticos. En 2016, la entonces gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal firmó el decreto que permitió el ingreso a las aulas de capacitadores de la ONG Conciencia, presidida Magdalena “Beby” Lacroze Sánchez Elía y patrocinada por Pepsico, Bayer, Pampa Energía, HSBC, Telefónica y Shell, entre otras multinacionales.

Quizás la más persistente sea la fundación Junior Achievement, una ONG global de educación económica, emprendedorismo y formación para niños y jóvenes que desde 1991 ofrece cursos en escuelas argentinas para estudiantes “interesados en indagar acerca de las finanzas personales, el ahorro y la inversión”. Otro actor permanente en los colegios es Coca-Cola, cuya última iniciativa con penetración en las instituciones públicas y privadas es ProgramON, que así presenta su oferta educativa.