Oro y cobre, los otros recursos que salen al mundo desde Rosario
Los puertos de Rosario viven un tiempo explosivo. El ya famoso poroto de soja y sus derivados, que viajan al mundo con precios record, terminaron en controversia e introdujeron una muy fuerte discusión política en todo el país. En esos casi 60 kilómetros costeros sobre el río Paraná, de Timbúes hasta Arroyo Seco, conviven medio centenar de puertos públicos y privados. Pero no todo es alimentos.
Pocos rosarinos saben, por caso, que en la ciudad de San Lorenzo, trabaja y muy activo, el puerto privado de La Alumbrera Ymad UTE desde donde se exportan miles de toneladas de cobre, oro, y otros minerales. La valiosa carga llega hasta allí en tren por las vías del ex ferrocarril Mitre, desde San Miguel de Tucumán.
La mina que exporta al mundo a través de los puertos rosarinos es un gigantesco emprendimiento multinacional plagado de controversias. Sobre ella recaen procesos judiciales por presunta contaminación en Tucumán. El procedimiento extractivo del oro, cobre y otros minerales a cielo abierto, implica, luego de 11 años de actividad, el uso de 80 millones de litros de agua por día, que ha comenzado a mostrar sus consecuencias negativas en toda la región.
El mineral, de origen catamarqueño, se extrae de la mayor explotación minera de la Argentina, Bajo La Alumbrera, y viaja por un mineraloducto (un caño de 30 centímetros de diámetro a lo largo de 316 kilómetros, desde el yacimiento hasta la localidad de Ranchillos, a 15 kilómetros al sur de la ciudad de Tucumán, donde se filtra y se carga en los vagones ferroviarios).
La mina La Alumbrera existe desde 1970 en manos de Yacimientos Mineros de Agua de Dionisio ( Ymad) una empresa estatal creada en 1958, donde convergen la Universidad Nacional de Tucumán y el gobierno de Catamarca. Ymad descubrió e intentó explotar el Bajo La Alumbrera, en el departamento de Belén, Catamarca, en los años 70 y en los 80, pero la decadencia de la macroeconomía nacional de la época no lo permitió. Y el proyecto de explotación nacional de la mayor reserva de oro y cobre del país, fracasó. Pero en los noventa se abrió un marco legal inmejorable para la inversión extranjera, luego de la violenta transformación del Estado que impuso la administración Menem-Cavallo, en especial a través de la sanción de la Ley de Inversiones Mineras Nº 24.196.
Acuerdos. Con el yacimiento estudiado y a disposición, la multinacional Xstrata firmó los primeros acuerdos en 1992, y luego de los estudios de factibilidad económica, aplicó una inversión del orden de los 1100 millones de dólares. La Alumbrera comenzó a producir en 1997, con el régimen "a cielo abierto".
La libra de cobre aumentó el 600 por ciento en 7 años. ( de 0,7 a 4 dólares, de 2001 a la actualidad). El oro pasó, en igual período, de 260 a 1000 dólares la onza. Pero la Universidad Nacional de Tucumán, socia originaria del proyecto, no recibió ni vio ni un peso hasta 2005, porque los balances de La Alumbrera, hasta entonces, daban "cero". Y ¿nadie? ganaba nada.
El contrato habla de repartir ganancias, y según los balances, no había ganancias. Tampoco para las tres pequeñas y muy pintorescas ciudades catamarqueñas que rodean La Alumbrera en un semicírculo de unos 300 kilómetros de recorrido, Santa Ana, Belén y Andalgalá. En ninguno de los tres pueblos encantados —de entre 14 y 18 mil habitantes cada uno— que emergen en el desierto catamarqueño, existe servicio de terapia intensiva —ni pública ni privada— , ni de traumatología en los hospitales —como sucede en Belén—, ni redes de cloacas ni de agua potable para los sectores mayoritarios y desfavorecidos de la población.
18/05/08
LA CAPITAL - ROSARIO
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