Las retenciones al petróleo hoy andan cerca del 50%. Esto significa que por cada barril que se exporta, aproximádamente la mitad de lo obtenido se lo queda la empresa privada que lo exporta y el otro el Estado nacional. En un contexto en donde se desatan guerras por el control del oro negro, y en donde el mundo es absolútamente dependiente de él, los precios internacionales como venimos viendo se disparan y no parecieran tener techo.
Hagamos la cuenta en un escenario en donde el barril -que se produce en el país a un costo ínfimo en comparación con el precio internacional- sale 150 dólares y el Estado se apropia del 70% en lugar de lo que retiene hoy por hoy. Eso dejaría por barril u$105 al Estado y u$45 a la empresa que lo exporta.
Ahora supongamos que en el país hay 1000 barriles de reservas y las empresas privatizadas siguen sin hacer grandes grandes inversiones en exploración; es decir, siguen con la manguerita chupando lo que ya está encontrado y exportando lo que sacan ya que aún después de esas retenciones el costo de extraerlo en comparación con la ganancia sigue siendo conveniente. ¿Qué le quedaría al Estado? La cuenta es fácil: u$105,000 de pura ganancia.
Bien, ya no hay más petróleo y la empresa privatizada no tiene más que hacer en el país así que simplemente se va. Ahora el Estado tiene que satisfacer la demanda interna para lo cual va a tener que importar petróleo de otros paises, al precio internacional del momento en el que se agoten las reservas. Pero seamos optimistas y supongamos que el precio internacional se mantiene estable en torno de esos u$150 dólares por barril. Ahora para importar esos 1000 barriles el Estado tiene que desembolsar u$150,000.
Utilizando las ganancias que había obtenido mientras había reservas y se exportaba ahora nos da que el Estado perdió u$45,000. Y eso sin contar que la demanda no para y no va a parar en tanto no pasemos a utilizar medios alternativos de energía, por lo cual por cada barril que importe el Estado para satisfacer la demanda interna se verá obligado a pagar el precio internacional. Lo que antes engrosaba velozmente las reservas, ahora las reduce a un paso aún más veloz.
Las empresas que explotan los recursos naturales estratégicos tienen como único fin obtener todas las ganancias posibles, lucro que le dicen. El Estado, en cambio, tiene como fin proteger los intereses de la nación y garantizar el bienestar social. A las empresas poco les importa si se seca la fuente, bajan la persiana y se van a otro país en donde puedan hacer más negocios. Pero la población del país sigue acá y necesitando el petróleo para desarrollarse.
Las retenciones a un recurso agotable y escaso como el petróleo son pan para hoy y hambre para mañana. ¿No será hora de prestarle atención en serio a este tema? Porque lejos de apuntar a una solución a este problema a futuro (y no estamos hablando de un futuro remoto), el gobierno en este tema actuó y continúa actuando cláramente en contra de los intereses del Estado (o sea, del conjunto de la población). Proyecto Sur al respecto afirma que:
(...)el gobierno Kirchner ha facilitado este año la re-privatización de las concesiones petroleras de Menem, traspasando a las provincias el dominio total de los yacimientos. Es el hecho político y económico más grave de la década. Los gobiernos provinciales están prorrogando las concesiones por 30 y 40 años más, pudiendo explotarse en conjunto con la Nación para beneficio de todo el país. Es el caso de cientos de áreas y del principal centro petrolero, Cerro Dragón , cuya concesión –que data de 1958- acaba de ser extendida hasta el 2047, es decir, hasta su extinción total. Son el petróleo y gas que le pertenecen a nuestros hijos y nietos y a pesar de la crisis energética, el gobierno sigue autorizando las exportaciones de gas, crudo y naftas.
A continuación les dejo el documento consensuado por la Comisión por el Centenario del Petróleo Argentino que hace la reseña histórica de las idas y vueltas de las políticas petroleras en Argentina.
"Recuperemos el petróleo"
El jueves 13 de diciembre se realizó una caravana que culminó con un acto cultural en la plaza del Che, con motivo de conmemorar el Centenario del descubrimiento del primer yacimiento de petróleo en Argentina. A 100 años, el reclamo de los movimientos sociales sigue siendo, ahora y siempre, la nacionalización de todos los recursos naturales. Difundimos el documento consensuado por las organizaciones convocantes
El 13 de diciembre de 1907 Argentina descubre su primer yacimiento de petróleo. Desde ese momento se producirá una gran disputa entre quienes consideraron que ese recurso estratégico debía ser explotado en función de las necesidades del pueblo y la nación Argentina, y quienes, al servicio de las trasnacionales del petróleo promovían la explotación privada del mismo.
Los primeros impulsaron la propiedad de la nación sobre el recurso y la explotación por medio de una empresa cien por ciento estatal que explore, extraiga, transporte, destile y comercialice el recurso; los segundos impulsaron la propiedad de las provincias sobre el recurso y su entrega al capital extranjero. Los primeros consideraron ese recurso natural como una riqueza de todos los argentinos y el acceso al uso del mismo como un derecho social; los segundos consideraron al recurso como una mercancía y el acceso a su uso como un privilegio. Esta batalla por el petróleo atravesó la historia Argentina del siglo veinte y es un elemento fundamental en el presente de nuestro país.
A principios de la década del veinte, impulsado por Irigoyen y dirigido por el General Ingeniero Enrique Mosconi se creará Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF). En pocos años, sin recursos económicos, pero con la extraordinaria labor del General Ingeniero Alonso Baldrich, la empresa estatal estará produciendo naftas y multiplicado en cuatrocientas veces su capital. Frente al discurso del poder económico privado y extranjero que sostenía que Argentina “no podía” explotar sus recursos energéticos, en pocos años YPF vendía naftas y comenzaba el camino de la independencia energética nacional. Irigoyen impulsó la Primera Nacionalización del Petróleo. Los mezquinos intereses de las petroleras y sus escuderos locales promovieron el golpe del 30. Los constructores de YPF, Mosconi y Baldrich, fueron encarcelados. Pero su obra, los Yacimientos Petrolíferos Fiscales, quedaba en pié y así seguiría, a pesar de los embates antipopulares, hasta su privatización en la década del noventa. Durante el primer peronismo se creó Gas del Estado para desarrollar ese recurso energético que se explota en forma complementaria al petróleo. Durante la presidencia de Illia se producirá la Segunda Nacionalización del Petróleo, con la anulación de los contratos entreguistas firmados por Frondizi. Con la dictadura del año 76 se producirá una privatización parcial del petróleo argentino. Mediante los mecanismos de la “patria contratista” se tranfiere parte de YPF a los grupos económicos (perez, bulgueroni) locales ligados a la dictadura y las trasnacionales del sector y se producirá un endeudamiento externo artificial de YPF. Este proceso se mantendrá durante el gobierno de Alfonsín. Con el gobierno de Carlos Menem, se producirá la privatización de YPF y Gas del Estado, y se concesionarán los pozos petroleros y gasíferos. Con el gobierno de Nestor Kirchner se producirá la privatización de la plataforma continental (las reservas en nuestro mar), se concretará el viejo anhelo de las oligarquías provinciales de que la propiedad del recurso sea robada al conjunto de los argentinos y transferida a las provincias petroleras para su entrega al capital trasnacional y se producirá la reprivatización del petróleo mediante la extensión de contratos por 40 años más.
En nuestra región se está profundizando este modelo de país basado en la exportación de recursos naturales y energéticos. Con la instalación de plantas refinadoras de biodiesel por medio de escandalosos subsidios nacionales y provinciales a las empresas aceiteras y a empresarios amigos del gobierno como Eurnekian. Por un lado se sube en forma indiscriminada las retenciones al campo, midiendo con la misma vara a los pequeños productores y a sectores concentrados, favoreciendo de este modo la concentración y extranjerización de la tierra. Paralelamente se reducen casi a nada las retenciones que pagan las aceiteras si en vez de exportar aceite lo procesan y exportan biodiesel. Las obras de infraestructura planificadas en vez de responder a las necesidades internas, están encaminadas a seguir sosteniendo un modelo basado en el exterminio de nuestra biodiversidad y de nuestra soberanía alimentaria.
Cada año el petróleo argentino produce una renta de 15.000 millones de dólares que se la quedan las trasnacionales. Estas empresas actúan al margen de la ley, no invierte un peso en el país, exportan un recurso que apenas alcanza para el autoabastecimiento e imponen precios internacionales en el mercado local donde los costos son bajísimos. Con sólo aplicar la ley podemos recuperar un 90 por ciento del petróleo y el gas. Nosotros consideramos que los argentinos necesitamos recuperar la renta petrolera y gasífera para superar la pobreza, para invertir en educación y salud. Nosotros proponemos la reestatización de YPF porque creemos necesaria la explotación racional y sustentable del petróleo, por medio de una empresa moderna y cien por ciento estatal, con participación de los trabajadores y de los usuarios. En el mismo sentido plantamos la idea de que tenemos que recuperar todos los recursos naturales (la minería, la pesca, el suelo, el agua) y tener una explotación racional de los mismos, en función de las necesidades de nuestro pueblo y cuidando el medioambiente. Acá hay conjunto de organizaciones que, a cien años del descubrimiento del petróleo argentino, impulsamos la Tercera Nacionalización del Petróleo.
Planteamos como urgencia:
-Terminar con el saqueo de nuestras riquezas minerales y pesqueras
-Una reforma agraria que revierta el proceso de concentración y extranjerización de la tierra, que ponga la agricultura y la ganadería al servicio de la alimentación de nuestro pueblo
-Nacionalización ya! del petróleo y el gas
-Reestatización de YPF y Gas del Estado
-Recuperación de las rentas petrolera, gasífera, minera y de la tierra para ponerla al servicio del bienestar de todos los argentinos. Para terminar con la pobreza. Para invertir en trabajo, salud, vivienda y educación para todos.
Saludos
D.F
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proyectosur
incultopetroleo
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