De esto no se ocupan los defensores de la Libertad de expresión corporativa y monopólica..
Anoche, el Ministerio de Educación anunció a los directores de escuelas tomadas una serie de obras, en un intento por frenar el reclamo. El asesor tutelar de menores le reprochó al ministro Bullrich el intento de “criminalizar” la protesta
Por Eduardo Videla
El conflicto por el reclamo de mejoras en la infraestructura de las escuelas porteñas se incrementó ayer y ya son trece los edificios escolares tomados por los estudiantes. En tanto, la Justicia, a través de la Asesoría Tutelar de Menores de la Ciudad, intervino a través de una nota dirigida al ministro de Educación, Esteban Bullrich, en la que cuestiona el memorándum oficial por el que esa cartera exhorta a los directores de escuelas a realizar la denuncia policial y confeccionar la lista de estudiantes que participan de la medida. “Es más que evidente que el ministerio a su cargo intenta criminalizar la conducta del alumnado”, dice la nota que firma el asesor tutelar, Gustavo Moreno. Anoche, la cartera educativa porteña ofreció un listado de respuestas a las demandas, en una reunión con los directores de las escuelas tomadas, y al cierre de esta edición, asambleas de estudiantes analizaban la conducta a adoptar.
A las tomas en el Mariano Acosta (Balvanera), el Manuel Belgrano y el Lengüitas (Palermo) y la Escuela 2 del DE 13 (Parque Avellaneda), el Normal 5 y el Normal 6, se sumaron ayer el Fernando Fader y el Cortázar, de Flores; el Normal 1; el Falcone, de Caballito; el Yrurtia, en Floresta, y la escuela de música Pedro Esnaola. El reclamo, además de las mejoras edilicias, incluye mayor cantidad de becas para estudiantes y mejor calidad de viandas. También se sumaron a la medida los estudiantes del Colegio Carlos Pellegrini, que depende de la Universidad de Buenos Aires.
“Los pasos lógicos se agotaron: los recursos de amparo, denuncias, cartas, promesas en reuniones y distintos métodos de reclamo pasivo encontraron su fin en un cajón”, argumentaron los estudiantes de la escuela técnica Fernando Fader en un comunicado, para sintetizar las razones por las que resolvieron ocupar el edificio escolar.
Hasta ahora, el Ministerio de Educación porteño había respondido que no dialogaría con los estudiantes en el marco de medidas de fuerza. Y el jueves pasado distribuyó entre los directores de escuelas un memorándum en el que sugería “efectuar una denuncia ante el organismo competente (Policía Federal) sobre el hecho de la toma y la posible configuración de un delito por parte de los participantes y padres de los menores por incumplimiento de los deberes correspondientes al ejercicio de la patria potestad”. Asimismo, aconsejó que esa denuncia sea acompañada “con copia del acta” que incluye “el listado de los participantes en la toma”.
La nota generó preocupación entre los directores de escuelas y la intervención de la Defensoría del Pueblo porteña, que inició una actuación a fin de analizar la legalidad de ese “manual de procedimientos”. También dio pie a la intervención del asesor tutelar Gustavo Moreno. “Que la toma pacífica de las escuelas pueda considerarse como una posible configuración de un delito es uno más de los reiterados comportamientos del Gobierno de la Ciudad utilizados para desligarse de sus obligaciones constitucionales –en este caso, garantizar el derecho a la educación–, intentando de esa manera penalizar un reclamo justo y pacífico y transmitir su propia e idelegable rsponsabilidad a los alumnos/as y sus padres”, sentenció Moreno en el escrito que le hizo llegar al ministro de Educación Esteban Bullrich.
El propio Moreno ya había iniciado una causa a raíz de las condiciones de seguridad e infraestructura en el Mariano Acosta. Al respecto, precisó que el 8 de julio último solicitó a la Dirección de Infraestructura Escolar “un informe del cronograma de trabajo” para resolver los problemas edilicios del establecimiento, que “no fue respondido hasta la fecha”. “La falta de información es sistemática tanto para el Ministerio Público Tutelar como para la comunidad educativa”, sentenció Moreno, en el documento al que tuvo acceso Página/12.
Las primeras respuestas llegaron anoche. El Ministerio de Educación convocó a los directores de las doce escuelas tomadas y ofreció a cada uno un listado de las obras a realizar. En el caso del Acosta informó que el 17 de agosto último se llamó a licitación por 3,2 millones de pesos para un plan integral de refacciones y prometió que mañana miércoles concurrirán técnicos del Ministerio para iniciar la reparación de las escaleras del edificio. También anunció en otorgamiento de 148 viandas reclamadas, según informó anoche la rectora Raquel Papalardo en una asamblea de estudiantes y padres.
“Vamos a seguir trabajando para que se levanten las tomas”, dijo el ministro Esteban Bullrich, quien negó que se hayan adoptado sanciones a los estudiantes que participan en las protestas. “Las acciones correctivas para poder resolver el problema por el cual reclaman ya están siendo tomadas”, aseguró. Tras sucesivas postergaciones y demoras en las obras, los anuncios llegan cuando se geeneralizan los reclamos.
Imagínese estimado lector lo que haría este energúmeno con Poder--
LOS ESTUDIANTES SECUNDARIOS Y LA POLITICA ENTRE 1973-1976
El arribo de la democracia en el mes de mayo de 1973, luego de un proceso creciente de enfrentamientos contra la dictadura miliar que gobernaba desde junio de 1966, trajo consigo la irrupción en la vida política y social de los distintos sectores populares que habían experimentado un crecimiento sustancial durante las luchas; entre ellos, los estudiantes secundarios.
En el movimiento estudiantil secundario se vivieron experiencias hasta ese momentos inéditas en lo referente a participación política, en tanto ésta es atendida en un sentido partidario más o menos directo.
El diario La Opinión editó en 1973 un suplemento dedicado al análisis de los fenómenos políticos entre los adolescentes. En dicho suplemento se publicaron los resultados de una encuesta que realizó el periódico entre 252 estudiantes. Se comprobó que el 30,3% de los jóvenes encuestados tenía algún tipo de participación política.
La política había impregnado el conjunto de la vida estudiantil, dentro y fuera de los colegios. Las organizaciones políticas vieron incrementado notoriamente el número de sus militantes y el grado de su influencia. Según el suplemento citado, "las tres fuerzas más importantes son, en este orden, la Unión de Estudiantes Secundarios, (UES), la Federación Juvenil Comunista (FJC) y la Juventud Secundaria Peronista (JSP)"
La encuesta de La Opinión revelaba también que en 1973 los estudiantes secundarios se inclinaban ante figuras emblemáticas de la izquierda, con la salvedad de Perón, quién asumía, para una porción amplia de los estudiantes, contornos casi revolucionarios. Pese a todo, quien encabeza la encuesta era el Che Guevara con el 67%, a continuación venía J. D. Perón con 66% y a mayor distancia, Salvador Allende con 19%; Fidel Castro con 19%; Eva Perón 17 % y Mao-Tsé-Tung con 16%.
En esta encuesta queda por demás claro que para aquélla generación de estudiantes los referentes revolucionarios y socialistas eran los que ocupaban más espacio en la conciencia estudiantil.
En aquellos años se había alcanzado un nivel de conciencia, acción y participación bastante elevados con lo cual el nivel de cuestionamiento al sistema capitalista era de por demás peligroso para la burguesía y los sectores reaccionarios de nuestro país.
Solo tres de ellos aparecieron un tiempo después. Pablo Díaz, uno de los liberados, declaró en el juicio a las ex juntas: "Yo pertenecía a la Coordinadora de Estudiantes Secundarios de la Plata y con los chicos del colegio fuimos a presentar una nota al ministerio de Obras Públicas".
Levantaron chicos en algunos colegios que tenían "marcados" y enemigo era todo aquel estudiante que se preocupara por los problemas sociales, por fomentar entre los estudiantes la participación y la defensa de los derechos de los mismos.
HOY LOS LAPICES SIGUEN ESCRIBIENDO.
Hoy los estudiantes secundarios están de a poco recuperando aquella tradición de lucha y defensa por los derechos a una educación al servicio del pueblo y con mayor presupuesto.
Hoy los secundarios, sector dinámico de nuestra sociedad, tienen un doble desafío, que es la de reconstruir la memoria de lucha de nuestro pueblo y la de reorganizarse para enfrentar eL calamitoso estado de nuestra educación, ya que ellos son los más perjudicados.
Bibliografia consultada: Estudiantes secundarios: Sociedad y política, Berguier, Hechker y Schifrin.
Comunicadores Solidarios - Agencia Latina de Información Alternativa, 16/09/2005
Datos: www.alia.com.ar, Córdoba, 15 de Septiembre de 2005
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