A las 21 horas del 1 de abril de 1982, 84 comandos anfibios y buzos tácticos de la Armada Argentina bajo el mando del Capitán de Corbeta Guillermo Sánchez-Sabarots abandonan el destructor ARA Santísima Trinidad y desembarcan en Mullet Creek.
A la 1:30 horas del 2 de abril, los hombres de Sánchez-Sabarots se dividen en dos grupos. El primero, comandado por él mismo, se dirige a los barracones de la infantería de marina británica en Moody Brook para atacarlos. El segundo, bajo el mando del Capitán de Corbeta Pedro Giachino, avanza hacia Puerto Argentino con objeto de tomar las oficinas del Gobernador y capturarlo. Pero los británicos, sobre aviso, han evacuado los barracones y están desplegados en posiciones de combate para defender la localidad.
Los constantes cambios de posición de los comandos y el uso de granadas de aturdimiento hacen creer a los defensores que están bajo el ataque de una fuerza numéricamente muy superior a la real, lo cual resultará decisivo para obtener su rendición. Pedro Giachino morirá después, convirtiéndose así en la primera baja de la Guerra de las Malvinas. A las 9:30 horas, el gobernador Hunt rinde las islas Malvinas al contraalmirante Busser. Pasado el mediodía del 3 de abril, la bandera argentina ondea sobre las islas Malvinas, las islas Georgias del Sur y las islas Sandwich del Sur. Se suceden grandes manifestaciones de alegría patriótica por toda la Argentina. Los prisioneros británicos vuelven a su país vía Montevideo.
Reacción inglesa: El gobierno de Margaret Thatcher estaba entonces muy debilitado. Sus duras medidas sociales de corte neoliberal, recientemente puestas en marcha, suponían un constante enfrentamiento con amplias capas de la población británica. El 3 de abril el Reino Unido logró que la ONU aprobara la resolución 502, exigiendo a la Argentina que retirara sus tropas de los archipiélagos ocupados como condición previa a cualquier proceso negociador. El Reino Unido también cortó todas las relaciones comerciales con la Argentina, y comenzó a buscar aliados diplomáticos con un éxito mucho mayor al de la Junta, ya que lograron el apoyo de los Estados Unidos y de Chile, mientras que Argentina sólo contaba con el apoyo distante de Perú. Las razones formales aducidas por el gobierno chileno al abstenerse, junto a EE.UU, Colombia y Trinidad y Tobago en la votación del TIAR (Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca), fue el incumplimiento de parte de Argentina de la resolución 502 de las Naciones Unidas. Tanto EEUU como Chile fueron aliados claves para Inglaterra durante el conflicto, el primero con tecnología y apoyo satelital, el segundo con apoyo táctico y estratégico.
Conforme avanzaba el mes de abril, más y más buques de la Royal Navy se dirigían a la zona de conflicto en una acción improvisada bajo el mando del Lord Almirante Sir John Fieldhouse que recibió el nombre de “Operation Corporate”. Su objetivo era la reconquista de las islas para la Corona Británica y se extendería desde el 9 de abril de 1982 hasta el final de la Guerra, el 14 de junio.
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