Un socorro pedido a Vilma Socorro Martínez
Hasta la embajadora norteamericana debió poner un límite cuando el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, solicitó que Washington endureciera su posición ante el gobierno de la presidenta Cristina KirchnerPor Santiago O’Donnell
Después de tres años al frente del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri reconoció ante los Estados Unidos que su gestión no le había ganado muchos votantes a nivel nacional y pidió que la embajada norteamericana criticara con dureza al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.
“Si recibo apoyo político afuera de Buenos Aires, en el 90 por ciento de los casos es por haber conducido a Boca y el 10 por ciento por ser jefe de Gobierno de Buenos Aires”, dijo Macri en febrero del año pasado durante un almuerzo con la embajadora estadounidense Vilma Socorro Martínez en la residencia diplomática. El relato consta en un cable filtrado por Wikileaks y cedido a Página/12.
El pedido de dureza ante el gobierno nacional ya había sido formulado por el líder del PRO reiteradamente delante de otros funcionarios estadounidenses. El cable da a entender que a la embajadora no le gustó mucho la solicitud de Macri y que se lo dijo al jefe de gobierno porteño.
“Como ya lo ha hecho en el pasado, Macri presionó sobre el enfoque de Estados Unidos hacia los Kirchner, urgiendo una crítica más abierta de las medidas que consideramos poco sabias”, señala el despacho. “La embajadora contestó que continuaremos buscando una relación de trabajo positiva con el gobierno de Argentina.”
El jefe de Gobierno aprovechó el almuerzo para confirmar su candidatura presidencial. “Macri conversó abiertamente sobre sus ambiciones para la presidencia en el 2001”, dice el cable. El dirigente conservador adelantó así a la delegación diplomática algo que haría público recién un año después, el 2 de febrero último.
La embajadora Martínez escuchó a Macri y, antes de redactar el informe al Departamento de Estado, prefirió indicar que una fuente propia le había dado otros datos. Por eso en su texto incluyó el testimonio de “un influyente banquero, cuya hija trabaja con Macri”. El financista, que no aparece identificado en el escrito, dijo que no descartaba la posibilidad de que Macri terminase retirándose de la carrera por la presidencia.
Por su parte, Macri le explicó a la embajadora cómo el manejo del vestuario y del reparto de entradas en Boca lo habían preparado para aspirar a la primera magistratura. “Describió su presidencia del Club Atlético Boca Juniors como una educación política sobresaliente (manejar temas como el acceso a la prensa y a los vestuarios, distribución de asientos y decisiones comerciales al frente de un club con 15.000 socios)”, señala el cable.
Después de hablar de Boca, Macri mencionó su entusiasmo con el triunfo de su amigo Sebastián Piñera en Chile y predijo una ola de gobiernos de derecha en la región. En tal sentido pronosticó el triunfo de José Serra en Brasil en las elecciones de octubre de 2010. Serra, enrolado en el Partido de la Socialdemocracia Brasileña del ex presidente Fernando Henrique Cardoso, había sido derrotado por Luiz Inacio Lula da Silva en las elecciones de 2002. En los días en que conversaron Macri y Vilma Martínez, Lula estaba pidiendo al Partido de los Trabajadores la consagración de la candidatura de Dilma Rousseff.LEEERMAS
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