composición Islas Malvinas

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jueves, 12 de julio de 2012

Tierra del Fuego Una Provincia Sin Rumbo



En el cumpleaños de Río Grande, Adrián De Antueno repasó la historia y el presente fueguino
Reflexiones sobre una provincia sin rumbo
El Dr. Adrián De Antueno, uno de los protagonistas en la provincialización de Tierra del Fuego, hizo un alto en el aniversario de la fundación de Río Grande para reflexionar sobre la historia de una joven provincia, que todavía no encuentra rumbo. La lucha por la provincialización, las acreencias perdidas, el mar al que se le sigue dando la espalda, los proyectos de industrialización jamás concretados, y la voracidad estatal que traba todo desarrollo, forman parte de la intrincada trama en la que, a pesar de todo, Tierra del Fuego sigue creciendo
Río Grande.- Fue Ministro de Gobierno en la gestión de Martín Torres y antes legislador territorial; en el último tramo del ex territorio también ocupó la cartera de Economía y le tocó conciliar las deudas con la Nación, con acreencias millonarias que se diluyeron en el primer gobierno propio que se dieron los fueguinos.
La provincia nació rica y venía de un territorio pobre, y se convirtió en tal guiada por la visión de un estadista para quien reclama algún día el reconocimiento merecido.
Adrián De Antueno abrió este paréntesis a la confrontación política para pensar, con la esperanza todavía de que alguno tome el timón y marque un futuro hacia donde ir, en esta tierra que crece, pero sin rumbo.

De territorio a provincia

De Antueno recordó su colaboración desde la Legislatura para la provincialización y destacó la “comprensión de los representantes del pueblo de Tierra del Fuego en la Legislatura”, sin los cuales “hubiera resultado mucho más difícil de lo que resultó a quien era diputado nacional en ese momento, Martín Torres, que llevaba adelante este viejo proyecto de los fueguinos”.
El proyecto lo presentó Martín Torres en 1983, pero el territorio ya había sido provincializado y luego se desprovincializó en 1957 por decreto. “Ese viejo proyecto ya era una necesidad para el desarrollo político, institucional y económico de Tierra del Fuego y a poco de presentar el proyecto en el ‘83 ya comenzaron los intereses sobre esta región, que no son sólo económicos, regionales o locales, sino internacionales y muy fuertes, y son los que condujeron a la desprovincialización de la provincia Patagonia en 1957”, aseguró.
Esos intereses “comenzaron a retrasar el proceso, a pretender que no se tratara el tema, por eso digo que desde la Legislatura se tuvo una gran colaboración, porque había sólo dos diputados y no había senadores nacionales”.

Con la ley aprobada la presión internacional no cedió: “La provincialización se hizo con una jurisdicción marítima y terrestre que tenía más o menos cuatro millones de kilómetros cuadrados, pero luego hubo un veto producido por Menem, por presión de estos intereses internacionales, que le quitaron a la provincia esa jurisdicción tan extensa del punto de vista marítimo. Se provincializaron 1.200.000 km2, que no es poco, y al día de hoy nos cuesta asirlo mentalmente, comprender que la provincia en la que vivimos tiene una jurisdicción que ocupa la mitad de la parte continental argentina. Es tan extensa que llega hasta el polo sur. Y esto es lo que nuestros gobernantes deben ir teniendo en cuenta y enfrentar cada vez que comienzan un período de gobierno”, señaló.
Lamentó que esto todavía no se internaliza. “No hemos logrado que los gobiernos lleguen con una presencia más importante a la Antártida y que desarrollen, salvo turísticamente, toda esta región”.
Con limitaciones y recortes, Tierra del Fuego se provincializó el 26 de abril de 1990 y desde entonces, como gran parte de la Patagonia, fue la región que más creció en estos 22 años, defendió De Antueno. “Es la región que ha tenido mayor radicación de población, y de población de poca edad, de jóvenes. Eso, sumado al trabajo, ha hecho crecer inmensamente la provincia. Río Grande está cumpliendo un nuevo aniversario y se puede observar este crecimiento, lo mismo que en Ushuaia y Tolhuin. Pero lo han hecho basado en lo industrial, en lo comercial, y en Ushuaia fundamentalmente desde lo turístico. El Estado ha tenido que absorber una gran cantidad de empleados públicos, que no le ha permitido generar una política del punto de vista del desarrollo económico y productivo, porque prácticamente se ha abocado a pagar salarios desde el inicio de la provincia hasta ahora”.

Riquezas dilapidadas

De Antueno subrayó la oportunidad que perdió la provincia desde sus orígenes. “Es bueno decir que aquel territorio que terminó absolutamente pobre, se transformó en una provincia rica casi de la noche a la mañana. Yo fui funcionario en aquel entonces y me tocó como Ministro de Economía hacer la consolidación de la deuda que había entre Nación y el territorio nacional, y del territorio hacia la Nación. En esa cuenta que se hizo, la Tierra del Fuego terminó siendo acreedora de la Nación en 600 millones de pesos dólares. Cómo no reconocer inmensamente a aquel hombre que fue Martín Torres, que logró provincializar un millón doscientos mil kilómetros cuadrados y le dio a los fueguinos todas las escuelas, que eran de Nación, con todas las hosterías, los caminos, las industrias, con todo plantado para que los fueguinos se gobernaran autónomamente, con más 600 millones de dólares. Ese reconocimiento no ha llegado todavía pero la historia se encargará de hacerlo, hacia alguien que tuvo una visión de estadista, que quiso llegar a la provincia grande y lo logró”, remarcó.
Para dimensionar el crecimiento del Estado, le consultamos cuál era el presupuesto y la planta del territorio: “El presupuesto de aquel año fue de 70 millones de pesos, con unos dos mil empleados, y para el año siguiente era de 100 millones. En el primer quinquenio se quintuplicó y a este día perdí la cuenta del inmenso desarrollo que tuvo el presupuesto. No se lo utilizó todavía racionalmente, del punto de vista económico y productivo. Era un territorio de treinta mil habitantes y hoy hablamos de ciento cincuenta mil”, comparó.
Pero la provincia “regaló aquellos 600 millones”, fue la referencia de De Antueno al acuerdo Nación-Provincia por 160 millones en bonos devaluados y consumidos por la hiperinflación. 


La industrialización que no llega

El primer gobierno “se fue desarrollando como pudo y no pudo terminar los principales emprendimientos productivos –continuó De Antueno-. Hifusa, luego Renasa, y hoy el convenio chino, son parte de una realidad inconclusa que lleva 22 años sin poder lograrse”, lamentó sobre los intentos por industrializar recursos naturales.
Sin embargo confió que “una vez que se termine eso, le va a dar una posibilidad cierta a Tierra del Fuego más allá de los recursos del Estado”.
La economía interna sigue los pasos de la dependencia estatal: “El comercio va con el vaivén de los recursos estatales. Cuando los hay, es fácil gobernar; y cuando no los hay se hace difícil, porque para lo único que existen los recursos es para pagar salarios”, dijo.
Y aclaró que este problema no es solamente de una gestión “sino de no haber primero aprovechado el inicio de la provincia, que nació rica. Y luego, de creer que cuando viene la época de las vacas gordas van a seguir siempre así”.
La dependencia es una cadena y, en definitiva, nunca llega el despegue auténtico: “Cuando la Nación no tiene recursos, Tierra del Fuego tampoco los tiene porque no tiene recursos genuinos; y cuando quiere echar mano a sus propios recursos se encuentra con que sólo tiene para pagar salarios. Este es un problema cíclico, y si no salimos de él, lo vamos a tener que padecer. Dicen que si uno no tiene cabeza para pensar, debe tener espalda para aguantar; y lo que creo es que hacen falta son algunas cabezas para pensar, para proyectar el futuro e ir hacia él desarrollando una economía productiva que no nos deje embretados cada vez que hay un cimbronazo a nivel nacional o internacional”, analizó.

A la deriva

Consultado sobre algunas críticas de la diputada Bertone a la falta de un proyecto político de este gobierno, De Antueno salió de la coyuntura, porque en rigor ese proyecto nunca existió. “Es lo que marca la realidad. Mi experiencia indica que es fácil hablar cuando no se tiene la responsabilidad de estar al frente del Ejecutivo. Cuando se está al frente, uno descubre que era mucho más fácil hablar que hacer las cosas. No importa quién lo diga, porque el futuro está hablado desde hace tiempo atrás. El cruce por aguas argentinas viene desde el gobernador Campos por lo menos. También otros proyectos, como el de Hifusa que hasta hoy no se pudo realizar, y es lo que hay que hacer”, indicó sobre la planta que se creó en época de Estabillo para industrializar petróleo y gas.
“Además debemos avanzar sobre la explotación de nuestros recursos energéticos en el mar. Lo que los ingleses avanzan, es lo que nosotros deberíamos hacer. No solamente seguir explotando la ganadería. Esa reconversión lleva tiempo, la pesca ha decaído en los últimos tiempos y tiene que ser un desarrollo alrededor de las Islas Malvinas y en el Atlántico Sur. Hay que defenderlo en consonancia con el gobierno nacional. Si no, Tierra del Fuego no va a poder llevar adelante ese desafío sola, porque tiene uno de sus departamentos ocupados por una potencia extranjera, que se sigue expandiendo”, consideró.
A modo de anécdota, citó el diálogo mantenido con un diplomático de Estados Unidos cuando era funcionario a principios de los ’90, quien le transmitió que a ese país le llevó 70 años desarrollar Alaska, para lo cual “pusieron ingentes recursos, sin tener una retribución hasta que toda esa región pudo despegar económicamente. De eso es lo que tenemos que convencer a la nación argentina, al gobierno que esté: la Argentina debe apoyarse en el Atlántico Sur porque aquí están las riquezas del país y del mundo. Y eso no se comprende”, manifestó sobre una provincia y en general un país que sigue de espaldas al mar. 
“Los recursos pesqueros del Atlántico Sur son incalculables, pero están calculados. Y permitimos que los explote una potencia extranjera, que permite que entren barcos de cualquier otro país a expoliar nuestros recursos. No lo hacemos nosotros, lo hacen otros. Desde el punto de vista energético ya están explorando, y no va a pasar mucho tiempo para que estén explotando en nuestros mares alrededor de las Islas Malvinas. Nosotros no nos hemos mojado ni los dedos del pie para ir a explorar. La cuenca malvinera es inmensa y no solamente no proyectamos eso, sino que no podemos proyectar ni Hifusa, ni Renasa. No podemos proyectar ni siquiera Almanza”, enfatizó. 

Terreno preparado

No hay justificación para De Antueno para no avanzar en estos desarrollos, porque hasta han sido previstos en la legislación aprobada desde hace tiempo. “Hubo hombres en nuestra tierra que lo pensaron y están esos proyectos escritos y olvidados, que no se han desarrollado. Están creados del punto de vista legislativo desde hace tiempo”, dijo sobre el ejemplo de Almanza, en el que le tocó intervenir, o el desarrollo de San Sebastián. “Aquel proyecto de provincia grande incluía, para los diez años, una población de doscientos mil habitantes en Tierra del Fuego radicada en Ushuaia, Tolhuin, Río Grande, San Sebastián, Radman y Almanza. Pero todos nos radicamos en las dos grandes ciudades, todos quieren vivir del Estado y, si seguimos así, va a ser inviable”, diagnosticó.
Reconoció que Nación “ha hecho bastante” como para que no existan excusas de parte de la provincia, aunque marcó algunas políticas erráticas contradictorias, como la ley de industria y la restricción a importaciones que impide la llegada de insumos.
“En el 2009, es decir ayer, se creó el polo electrónico en Tierra del Fuego por ley 26539; ese mismo año se creó la universidad; el Fideicomiso también está creado. Hay 150 mil brazos dispuestos a trabajar, pero si la gran mayoría vive del Estado, además sin hacer nada, eso no es una actividad productiva. Creo que vamos viviendo y desarrollándonos porque la gente tiene mucho entusiasmo, la gente además viene escapándole a la inseguridad, pero no hay proyectos a futuro. Ahí vamos, desordenadamente creciendo y desarrollándonos como podemos, con la incertidumbre de no tener un gran proyecto futuro que abarque a toda la provincia grande, y que nos incluya a todos, los que estamos, los que están viniendo y los que todavía no han venido”, expresó.
Reiteró que “en nuestro mar austral están absolutamente todas nuestras riquezas”, y para finalizar marcó la involución de algunas señales de mirada hacia el mar: “Yo vine aquí traído por la Nación en un convenio con el ex territorio, a controlar tres fábricas pesqueras centolleras, que hacían un producto prácticamente único en el mundo. Todas han cerrado. De todos los barcos que inspeccionaba por mi profesión, se ha ido el 50% de Ushuaia”.
Mientras tanto, se avanza sin rumbo no se sabe bien cómo ni adónde: “Esto tiene a veces un crecimiento desbordante y luego una involución también desbordante. No se sabe cómo es que podemos subsistir en estos ciclos sin que haya una guía que por lo menos nos lleve adelante, evolucionando positivamente, para no tener que ir retrocediendo a cada rato. Esta tierra bendita es rica, está llamada a ser grande, pero requiere del esfuerzo y sobre todo de la sabiduría de quienes la gobiernen”, concluyó De Antueno 
Fuente Diario Provincia 23 edición del 12 de julio de 2012

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