Luego de leer algunas "reflexiones" de escribas ilustrados pude apartar dos de ellas ..y debatirlas con mi conciencia peronista,nacional y popular..
Lo que hoy les traigo es mas dirigido a la juventud que nos precede hoy y mañana como dirigentes..para poder adoctrinarse digamos ante los que nos depara el Mundo rodeado de cancerberos que impiden la libertad de los Pueblos..La cosa es que la mano viene negra como siempre cuando los maleantes toman el poder,antes lo hacìan por medio de los golpes de estado, hoy lo hacen con las urnas..No es nuestro momento eso es obvio..Por eso utilizo en el tìtulo que no cambian los traidores sino los traicionados..
en la primera editorial que leì detenidamente proviene de la revista , http://revistazoom.com.ar/cuando-pande-el-cunico/..en la que escribe Teodoro Boot..en la que describe a mi juicio su enojo personal como le pasa a mì/...una suerte de autocrìtica de la izquierda pero mas transfiriendo responsabilidades..a quienes fueron derrotados por las urnas en lo que se conocerà en la historia nacional como el diciembre negro en la que la Libertadora supo conseguir por primera vez a traves de las urnas de la mano de los radicales,socialistas y comunistas como siempre asi sostuvieron sus banderas..No es responsabilidad ùnica del frente para la victoria..sino de una sociedad a la que atribuyo que se convirtieron de consumistas del capital que vende la tele,los diarios,las radios en consumidos..como bien nos explica en la “Hay mucho miedo de que se ponga todo mucho peor de cómo está” Entrevista a Jorge Alemán
donde desde el psicoanàlisis y la filosofìa encara desde España (obvio, donde se ncuentra radicado desde el 76 por exilio) y dice en uno e los pàrrafos donde contesta al entrevistador copn muy buen tino al referirse a ciertos aspectos de la vida cotidiana argentina..veamos..
–¿Por qué cree, desde la óptica psicoanalítica, que prende el discurso mediático a favor de Mauricio Macri?
–Hay una apelación permanente a ciertos ideales de distinción o de supuesta diferencia. Todo este asunto del choripán, todo el asunto de desmarcarse del mundo plebeyo, de construir una identidad “abarcadora”. Bueno, todo lo que fue una de las claves del antiperonismo. Hay una cuestión misteriosa en el peronismo muy difícil de explicar fuera de la Argentina. El peronismo no es sólo un modo de construcción política sino un modo de gozar. Y el goce es uno de los grandes mecanismos del odio. Se odia el goce del otro. Vi un video muy simpático donde un chico pide un choripán y lo insultan de arriba abajo porque odian esa manera de gozar. Ahora, es muy inconsistente eso. No sé cuánto tiempo va a durar Macri con estos recursos imaginarios tan pobres.
Ahora a manera de contraste BOOT nos pega en la jeta una cachetada al pueblo argentino,lean la nota de referencia por que es imperdible..De como veràn como el titulo de como no cambian los traidores..sino los traicionados..
Quién me enseñó (dice teodoro Boot en http://revistazoom.com.ar/cuando-pande-el-cunico/ )
Seguramente a esta altura haya quedado claro para tantos analistas progresistas que insistieron en lo contrario, que existen demasiadas semejanzas entre el gobierno de Cambiemos y el de la Revolución Libertadora como para seguir haciéndose los tontos. El medio por el que arriba al poder no cambia la naturaleza de una fuerza política. De hecho, una ventaja de 700 mil votos (apenas 350 mil personas) sobre un total de 25 millones no es una diferencia que habilite a arrasar con todo y con todos, como si se tuviera a la Flota de Mar anclada frente al puerto de Buenos Aires. Sin embargo, una vez más y como siempre lo ha hecho, la derecha se pasa por los cuartos las leyes y las reglas que suele esgrimir en el llano, y su esquema general de gobierno, hasta en sus detalles, es una reproducción en la que los bandos militares de Aramburu-Rojas fueron reemplazados por los DNU de Macri-Peña, y el Plan Prebisch por las lucubraciones del trío Broda-Espert-Melconian dragoneados por los grumetes pirata Sturzenegger y Prat Gay. Lo demás, la política de alineamiento automático con la potencia hegemónica, el endeudamiento, el reingreso al FMI, la apertura de las importaciones, la desprotección de la industria, el crecimiento del desempleo, la inflación galopante, la persecución política, la pérdida de derechos laborales, no son más que una versión moderna y mucho más reaccionaria de la Revolución Libertadora.
Este es el marco en que se produce la ofensiva mediática y tiene lugar el panic attack de dirigentes y activistas que olvidan o ignoran las demás semejanzas con los años posteriores a 1955.
En esos años oscuros, de retraimiento y persecución, ocurrió que ante la defección y desconcierto de los dirigentes y la lejanía y el creciente desprestigio de Perón, fueron nuevos simpatizantes y activistas los que recuperaron el núcleo de la obra peronista, dejando de lado los serios errores técnicos y políticos, el absurdo culto a la personalidad, las tramoyas, negociados, pequeñeces y alcahuetería sistemática de tantos funcionarios pertenecientes al círculo íntimo de poder, y en no pocos casos alentados por el propio General.
Ninguna fuerza política, acrítica y seguidista, construida y conducida por medio de la administración del poder y la interpretación de la voluntad, según los casos, del líder o la jefa, puede resistir un cambio tan abrupto en la situación sin verse seriamente alterada. Y es tan comprensible la tendencia de los dirigentes a fingir que nada ha ocurrido, como la tentación a la iconoclasia por parte de quienes no ocupan ese lugar, dispuestos a tirar, cada día, un dirigente por la ventana.
Pero nada de eso, ninguno de los conflictos, disidencias y enfrentamientos, dan cuenta del estado de situación popular. La abrupta reducción del poder adquisitivo del salario, la pérdida de puestos de trabajo, la restricción del consumo, el aumento de precios y tarifas y el cierre de empresas y comercios no encuentran en ninguna fuerza política, y mucho menos en el PJ y el FPV, una cabal representación. No es nuevo, pero lo que vuelve a ocurrir es que los problemas de la sociedad van por un lado y las preocupaciones de la dirigencia y la militancia políticas deambulan por las antípodas.
Es posible que los trastornos que a veces hoy sufran notorios dirigentes kirchneristas consistan en el repudio que provocan en ciertos círculos de la sociedad. Para quien escribe, los insultos recibidos por Aníbal Fernández cuando acababa de instalarse en un asiento de primera clase de un vuelo a Londres, constituyen una cucarda, un reconocimiento que sería completo si una reacción de sentido contrario pudiera ser suscitada en los sectores populares. No hemos hecho un estudio de campo, pero más bien que no hace falta: así como los cajetillas detestan a Aníbal Fernández hasta el punto de animarse a lincharlo si el acto les resultara impune, a los pobres les importa un pito Aníbal Fernández. He ahí reflejados los alcances y los límites de esos doce años de gobierno.
Pero más allá de estos “detalles”, la vieja y ya obsoleta dirigencia del campo popular no da cuenta del real estado de la sociedad, no reflexiona acerca de las razones de su derrota política y cultural ni propone nuevos horizontes, sino que sigue desgrananándose en base a conflictos y diferencias que no tienen la menor relación con los problemas esa sociedad que pretende representar.
En la vida y en la historia, las cosas van y vienen, y nada está escrito ni atado. La manipulación informativa y cultural tienen su importancia y significación, pero finalmente prima la realidad, priman los problemas reales de las gentes de a pie, que no se resuelven con ningún cosmético ni con ninguna operación mediática o publicitaria. Pero claro, para dar cuenta de esos problemas, hay que hacerse cargo de ellos.
Bien hasta acà dos pensadores lùcidos que describen mas o menos cada cual desde su posiciòn acrìtica una suerte de realidades a las que podrìa etiquetar como positivas..
Seguramente a esta altura haya quedado claro para tantos analistas progresistas que insistieron en lo contrario, que existen demasiadas semejanzas entre el gobierno de Cambiemos y el de la Revolución Libertadora como para seguir haciéndose los tontos. El medio por el que arriba al poder no cambia la naturaleza de una fuerza política. De hecho, una ventaja de 700 mil votos (apenas 350 mil personas) sobre un total de 25 millones no es una diferencia que habilite a arrasar con todo y con todos, como si se tuviera a la Flota de Mar anclada frente al puerto de Buenos Aires. Sin embargo, una vez más y como siempre lo ha hecho, la derecha se pasa por los cuartos las leyes y las reglas que suele esgrimir en el llano, y su esquema general de gobierno, hasta en sus detalles, es una reproducción en la que los bandos militares de Aramburu-Rojas fueron reemplazados por los DNU de Macri-Peña, y el Plan Prebisch por las lucubraciones del trío Broda-Espert-Melconian dragoneados por los grumetes pirata Sturzenegger y Prat Gay. Lo demás, la política de alineamiento automático con la potencia hegemónica, el endeudamiento, el reingreso al FMI, la apertura de las importaciones, la desprotección de la industria, el crecimiento del desempleo, la inflación galopante, la persecución política, la pérdida de derechos laborales, no son más que una versión moderna y mucho más reaccionaria de la Revolución Libertadora.
Este es el marco en que se produce la ofensiva mediática y tiene lugar el panic attack de dirigentes y activistas que olvidan o ignoran las demás semejanzas con los años posteriores a 1955.
En esos años oscuros, de retraimiento y persecución, ocurrió que ante la defección y desconcierto de los dirigentes y la lejanía y el creciente desprestigio de Perón, fueron nuevos simpatizantes y activistas los que recuperaron el núcleo de la obra peronista, dejando de lado los serios errores técnicos y políticos, el absurdo culto a la personalidad, las tramoyas, negociados, pequeñeces y alcahuetería sistemática de tantos funcionarios pertenecientes al círculo íntimo de poder, y en no pocos casos alentados por el propio General.
Ninguna fuerza política, acrítica y seguidista, construida y conducida por medio de la administración del poder y la interpretación de la voluntad, según los casos, del líder o la jefa, puede resistir un cambio tan abrupto en la situación sin verse seriamente alterada. Y es tan comprensible la tendencia de los dirigentes a fingir que nada ha ocurrido, como la tentación a la iconoclasia por parte de quienes no ocupan ese lugar, dispuestos a tirar, cada día, un dirigente por la ventana.
Pero nada de eso, ninguno de los conflictos, disidencias y enfrentamientos, dan cuenta del estado de situación popular. La abrupta reducción del poder adquisitivo del salario, la pérdida de puestos de trabajo, la restricción del consumo, el aumento de precios y tarifas y el cierre de empresas y comercios no encuentran en ninguna fuerza política, y mucho menos en el PJ y el FPV, una cabal representación. No es nuevo, pero lo que vuelve a ocurrir es que los problemas de la sociedad van por un lado y las preocupaciones de la dirigencia y la militancia políticas deambulan por las antípodas.
Es posible que los trastornos que a veces hoy sufran notorios dirigentes kirchneristas consistan en el repudio que provocan en ciertos círculos de la sociedad. Para quien escribe, los insultos recibidos por Aníbal Fernández cuando acababa de instalarse en un asiento de primera clase de un vuelo a Londres, constituyen una cucarda, un reconocimiento que sería completo si una reacción de sentido contrario pudiera ser suscitada en los sectores populares. No hemos hecho un estudio de campo, pero más bien que no hace falta: así como los cajetillas detestan a Aníbal Fernández hasta el punto de animarse a lincharlo si el acto les resultara impune, a los pobres les importa un pito Aníbal Fernández. He ahí reflejados los alcances y los límites de esos doce años de gobierno.
Pero más allá de estos “detalles”, la vieja y ya obsoleta dirigencia del campo popular no da cuenta del real estado de la sociedad, no reflexiona acerca de las razones de su derrota política y cultural ni propone nuevos horizontes, sino que sigue desgrananándose en base a conflictos y diferencias que no tienen la menor relación con los problemas esa sociedad que pretende representar.
En la vida y en la historia, las cosas van y vienen, y nada está escrito ni atado. La manipulación informativa y cultural tienen su importancia y significación, pero finalmente prima la realidad, priman los problemas reales de las gentes de a pie, que no se resuelven con ningún cosmético ni con ninguna operación mediática o publicitaria. Pero claro, para dar cuenta de esos problemas, hay que hacerse cargo de ellos.
Bien hasta acà dos pensadores lùcidos que describen mas o menos cada cual desde su posiciòn acrìtica una suerte de realidades a las que podrìa etiquetar como positivas..
Para llevar una idea aproximada hay que leer a ambos..Pero tambièn ejercitar la memoria..decìa Peròn en
Peron - La fuerza es el derecho de las bestias - El Ortiba
En la que en ese link podràn visualizar,descargar si asi lo desean..una descripciòn de lo que ocurrìa luego de los "libertadores" tomaran mediante bombardeos el poder..Cualquier similitud con la realidad es una mera cocindicencia, cambia que los bombardeos fueron en èste decenio ùltimo ,con una fuerte propaganda mediàtica.. de desprestigio a la dirigencia poipulista..por que como dijimos en otro post...a los autoritarios les disgustan los regìmenes que respetan los derechos humanos..
antes de traer a la memoria a nuestro general les invitamos a leer esta nota que tiene ver con el hilo Los intereses millonarios detrás de la opereta contra el INCAA
Bueno ,..Decìa Peròn en èsta ocasiòn..
La técnica moderna de la propaganda y la guerra psicológica ha puesto en sus manos un nuevo instrumento: la infamia. Así estos gobiernos han agregado a la brutalidad de la fuerza un nuevo factor, el de la insidia, la calumnia, y la diatriba. Con ello, si han descendido en la fuerza han descendido mucho más en la dignidad. La revolución argentina del 16 de septiembre de 1955 y su incestuoso producto, la dictadura militar, no han escapado a ninguna de las reglas de esta clase de abortos políticos. Ellos necesitan explicar una revolución injustificable. Como no encuentran en los actos de gobierno ni en las acciones administrativas nada que pueda darle pie ni siquiera a sus falsedades, se han dedicado a denigrar a nuestros hombres mediante la calumnia personal.
Una escandalosa campaña publicitaria de calumnias y de injurias ha sido lanzada para destruir nuestro prestigio y vulnerar nuestro predicamento en las masas populares. Allí es donde comprobamos hasta dónde pueden descender los hombres cuando la pasión ciega su razón, el impulso anula su reflexión y la palabra llega a adelantarse al pensamiento.
Todo es ataque personal, preferentemente íntimo. Se investiga para la publicidad. No se han ocupado de nada que presupongan las anunciadas irregularidades administrativas. Todo se ha reducido a asaltar y saquear nuestras casa y mencionar lo que poseemos sin interesarles si es bien o mal habido.
Su afán de substraer toda investigación a la justicia demuestra el fin perseguido. Ellos saben que substraer un juicio de sus jueces naturales es un vicio de insanable nulidad por disposición constitucional. ¿Qué persiguen entonces con esas investigaciones inconstitucionales?, simplemente difamar, calumniar, destruir.
En Buenos Aires no es un secreto para nadie que este diario hace ya muchos años no pertenece a la familia Paz. Gainza es simplemente un testaferro.
Si cuando este diario era de Paz fue una calamidad para el pueblo argentino por representar la más cruda reacción oligárquica, desde el momento que intereses extranjeros lo adquirieron pasó a ser un puesto avanzado del colonialismo. Gainza Paz, fue simplemente una pantalla para hacer creer que allí “no ha pasado nada”.
La dirección de “La Prensa” ha estado siempre en otras manos. El ex embajador de Gran Bretaña, Sir Nelly, dice en sus memorias que mientras estuvo en Buenos Aires (19451946), él personalmente redactó los artículos de fondo del diario “La Prensa”.
En 1946 este diario estaba procesado administrativamente por la aduana nacional, acusado de haber hecho uso indebido del papel de diario que, como tal, estaba liberado de impuestos. Este proceso databa ya de algunos años, de modo que cuando yo me hice cargo del gobierno, me encontré ya con el proceso en marcha.
Además existía otra denuncia de otras evasiones impositivas ocasionadas por simulaciones de servicios informativos a fin de refraudar al Fisco en los impuestos a los réditos y eludir las disposiciones cambiaras del Banco Central. A tal efecto, “La Prensa” había celebrado contrato con una importante agencia informativa extranjera (U.P.), contratando con carácter exclusivo sus servicios en la suma de quinientos mil pesos mensuales. Esta suma, evidentemente exagerada, había llamado la atención de la Dirección General Impositiva, ya que servicios similares nunca pasaban de diez o quince mil pesos mensuales. Se suponía que mediante este procedimiento doloso “La Prensa” giraba sus beneficios evadiendo así la ley de cambios y defraudando al fisco el impuesto a los réditos.
En los primeros meses del año 1946, el diario provocó un conflicto con su personal que pedía mejoras semejantes a las acordadas en los demás diarios de la Capital Federal. Era indudable que “La Prensa” no se había distinguido nunca por su sentido social y era considerada por todos sus obreros como un baluarte de la explotación capitalista de los trabajadores.
Los vendedores del diario le exigieron asimismo mejores condiciones para la venta ya que todos los otros diarios las habían acordado. “La Prensa”, firme en su intransigencia, se negó a todo. Su personal se declaró en huelga y el diario no salió. Era la primera vez en muchos años que ello le ocurría. Con un grupo de “crumiros”[ii] se pretendió hacer una demostración de fuerza en los talleres, los obreros resistieron y hubo muertos y heridos.
Para evitar que se difamara al Poder Ejecutivo con el pretexto de la libertad de prensa, decidí permanecer prescindente en el problema y, mediante un mensaje al Congreso, le pasé el asunto a su consideración y solución.
Comisiones de las Cámaras intentaron arreglar el conflicto sin resultado, pues la intransigencia patronal era irreductible. Del mismo modo el personal obrero exigía las mejoras que consideraba justas o en su defecto no trabajaba.
Después de muchas gestiones y consideraciones, las Cámaras votaron una ley expropiando el diario, ordenando pagar su valor y liquidarlo en forma de asegurar el mejor provecho social.
El Poder Ejecutivo se limitó a cumplir la ley. Para ello fue necesario, previamente, resolver los procesos pendientes por evasión de impuestos, la justicia luego de largos y laboriosos diligenciamientos condenó a la empresa al pago de las multas correspondientes, que debían deducirse del precio para resarcir al Estado.
Hecho lo anterior, se liquidó la empresa; la compraron a medias la Confederación General del Trabajo y el Sindicato de Vendedores de Diarios.
“La Prensa”, que hasta entonces representaba los intereses contrarios al Pueblo y a menudo de la Nación, comenzó a salir con una orientación eminentemente popular. El mismo personal siguió en su puerto, pero ahora como propietario.
Es indudable que este asunto dio mucho que hablar. Los “libertadores” de la dictadura militar, prometieron devolverlo despojando a la C.G.T. y al Sindicato, pero ellos compraron y pagaron de buena fe. El fallo en firme ampara su derecho.
Veremos qué hacen “libertadores” que han de haber recibido dinero con el compromiso de devolverla. No sería difícil que así como traicionaron al país y a la fe jurada a la Nación, traicionen también a los capitalistas que los financiaron y dirigieron hasta el momento de tomar el poder. Ahora es más conveniente andar bien con la C.G.T. El traidor no cambia, cambian los traicionados.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario