D Arturo Jauretche en “La mentira de la prensa libre”, Revista Qué, Nº 173. (1958)
"Unificaron todo el periodismo, la radiofonía y la televisión. Volcaron sobre papel y sobre los oídos toneladas – ¿cómo se mide esto?- de injuria y difamación. Convirtieron en traidores a la patria a los que la habían redimido de las viejas coyunturas a que ellos sirven; presentaron como tiranos a los libertadores, y no hubo basura del rincón o de retrete que no se arrojaran sobre los hombres, sobre las ideas y sobre la fe de pueblo argentino. Llamaron patriotismo, esquizofrenia; demagogia, al amor al pueblo; paralelo 42, a la organización sistemática del contrabando; libre empresa, a la destrucción del capital argentino para subordinarlo al extranjero; y la libertad de trabajo y de asociación, a la destrucción de los organismos sindicales y patronales de defensa de los intereses nacionales. Llamaron jueces a los sicarios; policías, a los matones; virtud, al entreguismo; desfiguraron todo, anatematizaron lo argentino, exaltaron lo extranjero, llamaron valentía al asesinato impune, y cobardía a la resistencia popular. Volvieron a desfigurar la historia, exaltando al cipayo y al vendepatria y denostando al patriota de verdad. Y eso lo dieron por el periódico, por la radio, por el libro, por la universidad, por la escuela. Y lo dieron en dosis masivas, en dosis para adultos, se dormían oyendo la palabra mentirosa del locutor y despertaron oyendo la palabra mentirosa del locutor”.
"Unificaron todo el periodismo, la radiofonía y la televisión. Volcaron sobre papel y sobre los oídos toneladas – ¿cómo se mide esto?- de injuria y difamación. Convirtieron en traidores a la patria a los que la habían redimido de las viejas coyunturas a que ellos sirven; presentaron como tiranos a los libertadores, y no hubo basura del rincón o de retrete que no se arrojaran sobre los hombres, sobre las ideas y sobre la fe de pueblo argentino. Llamaron patriotismo, esquizofrenia; demagogia, al amor al pueblo; paralelo 42, a la organización sistemática del contrabando; libre empresa, a la destrucción del capital argentino para subordinarlo al extranjero; y la libertad de trabajo y de asociación, a la destrucción de los organismos sindicales y patronales de defensa de los intereses nacionales. Llamaron jueces a los sicarios; policías, a los matones; virtud, al entreguismo; desfiguraron todo, anatematizaron lo argentino, exaltaron lo extranjero, llamaron valentía al asesinato impune, y cobardía a la resistencia popular. Volvieron a desfigurar la historia, exaltando al cipayo y al vendepatria y denostando al patriota de verdad. Y eso lo dieron por el periódico, por la radio, por el libro, por la universidad, por la escuela. Y lo dieron en dosis masivas, en dosis para adultos, se dormían oyendo la palabra mentirosa del locutor y despertaron oyendo la palabra mentirosa del locutor”.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario