composición Islas Malvinas

composición Islas Malvinas
Pvcia.de Tierra del Fuego,Antártida,Malvinas é Islas del atlántico Sur

sábado, 1 de agosto de 2020

Oran ,..Tierra del Fuego Ant.é Islas del Atlántico Británico

20 de mayo del 2020-Ministra de Salud Provincia de Tierra del Fuego..

Convivir con el virus

De cara a un futuro no tan alarmante, Judit Di Giglio advirtió que el riesgo de ningún modo va a desaparecer y que se deben mantener las precauciones prescriptas por los profesionales: “Vamos a tener que aprender a convivir con el virus, saber que pueden existir casos y esto no significa tener que volver atrás con la cuarentena”.
La funcionaria no dejó de remarcar la necesidad de sostener las medidas de prevención y la responsabilidad colectiva, para evitar una crisis: “Para que sigamos así, es fundamental la responsabilidad individual, la responsabilidad de todos”, sentenció.

Es ficción...no crea todo lo que lee,y menos de un amargado idealista que escribe tonterías,quedó atrás muy atrás,el temerario y violento joven que fuí..Para eso estan las nuevas generaciones,que piensan en sí mismo como regla general de la sociedad mercantilista..Que saben de todo y opinan de todo..Sólo les quiero dejar una recomendación..lean todo lo que puedan ,dado que en verdad /(al menos en la mía)la lucha se debe dar contra la ignorancia..Y Camus que escribió este libro en 1947..cuyo autor fue premiado por un Nobel..Como si fuese suficiente obtener un nobel para ser leído..Hábito que creció en el Mu do dado a la aparición de "La Peste" a la que llamamos COVID 19..o Coronavirus,palabra fea como nuestro comportamiento en la pandemia..Por estos motivos y escasos argumentos les recomiendo leer a este libro..Reeditado y está ocupando la por eferencia de los lectores..Ante el griterío que nos rodea de editoriales imbéciles..al menos para mi gusto..Les dejo algunas páginas sueltas si gusta leer..Y también un link,donde pueda descargarlos y deleitarse de una narrativa digna de maravillarse..
Descárguelo..y el tiempo canalícelo en lecturas dignas de ser gentil con la vista y los sentidos de la lógica y la razón que nos abandona día a día..
Los que no es ficción es que el atlántico les pertenece a los Británicos..Y será así..Por mucho tiempo más..Que la niebla de la pandemia no nos aleje de nuestras otras responsabilidades con la Patria soberana..

http://iesbigastro.edu.gva.es/wp/wp-content/uploads/2020/04/La-peste.-Albert-Camus-PDFDrive.com-.pdf

LA Peste de Albert Camus
Así, a lo largo de la semana, los prisioneros de la peste se debatieron como pudieron. Y algunos de ellos, como Rambert, llegaban incluso a imaginar, se veía, que se trataban aún de hombres libres, que aún podían elegir. Pero, de hecho, en ese momento se podía decir, a mediados de agosto, que la peste lo cubría todo. Ya no había destinos individuales, solo una historia colectiva que era la peste y sentimientos compartidos por todos. Lo peor era la separación y el exilio, con lo que ello comportaba de miedo y de revuelta. He aquí porqué el narrador cree conveniente, en este punto de calor y de enfermedad. Describir la situación general y, a título de ejemplo, la violencia de nuestros conciudadanos vivos, el entierro de los difuntos y el sufrimiento de los amantes separados.

Ha habido en el mundo tantas pestes como guerras. Y aun así, las pestes y las guerras pillan a todo el mundo desprevenido. El doctor Rieux estaba desprevenido, como lo estaban nuestros conciudadanos, y es así como hemos de comprender sus indecisiones. Es así que hay que comprender también que fuese compartida entre la inquietud y la confianza. Cuando estalla una guerra, la gente dice: “No durará mucho, es demasiado tonta” Y sin duda una guerra es una solemne tontería, pero esto no la impide durar. La tontería insiste siempre, nos daríamos cuenta si no estuviésemos siempre pensando en nosotros.

Narrador
Nuestros conciudadanos en este tema eran como todo el mundo, pensaban en ellos mismos, dicho de otra manera, eran humanistas: no creían en las plagas. Las plagas no están hechas a la medida del hombre, se dice pues que las plagas son irreales, que es una pesadilla que pasará. Pero no siempre pasan, y de pesadilla en pesadilla, son los hombres los que pasan, y los humanistas en primer lugar, porque no han tomado sus precauciones. Nuestros conciudadanos no eran más culpables que otros, se olvidaban de ser modestos, eso es todo, y pensaban que todo aun era posible para ellos, lo que presuponía que las plagas eran imposibles. Continuaban haciendo negocios, preparaban viajes y tenían opiniones. ¿Cómo habrían de pensar en la peste que suprime el porvenir, los desplazamientos y las discusiones? Se creían libres y nadie será nunca libre mientras haya plagas. Incluso cuando el doctor Rieux hubo reconocido antes su amigo que un puñado de enfermos dispersos acababan de morir de la peste, el peligro seguía siendo irreal para el. Simplemente, cuando se es médico uno se hace una idea del dolor y se tiene un poco mas de imaginación. Mirando su ciudad por la ventana, que no había cambiado, era apenas si el doctor sentía nacer en el ese ligero asco ante el porvenir que se llama inquietud. Intentaba recordar en su mente lo que sabía de esa enfermedad. Las cifras flotaban en su memoria y se decía que la treintena de grandes pestes que ha conocido la historia había ocasionado cerca de cien millones de muertos. ¿Pero que son cien millones de muertos? Cuando se hace una guerra, casi no se sabe ya lo que es un muerto. Y ya que un hombre muerto no tiene peso si no es que se le ha visto muerto,

El periodista
Me llamo Raymond Rambert. - ¡Ah, si!, dijo Rieux. Bien, usted tiene ahora un buen motivo para un reportaje. El otro parecía nervioso. Dijo que no era por esto que le venía a pedir ayuda al doctor Rieux. - Me disculpo, añadió, pero no conozco a nadie en esta ciudad y el corresponsal de mi periódico tiene la desgracia de ser imbécil.

Paneloux en  misa
Tenía una voz fuerte, apasionada, que llegaba lejos, y cuando atacó a los asistentes con una sola frase vehemente y dura: “Hermanos, estáis en desgracia, hermanos, la habéis merecido”, un rumor recorrió a todos los asistentes, hasta el atrio.
Rieux se calló y se volvió a sentar. Notaba la boca seca. - ¿Después de todo?, dijo suavemente Tarrou. - Después de todo, retomó el doctor, y dudó aun, mirando a Tarrou con atención, es algo que un hombre como usted puede comprender, pero ya que el orden del mundo está regulado por la muerte, tal vez vale más para Dios no creer en el y que se luche con todas las fuerzas contra la muerte, sin levantar los ojos al cielo, y callarse. - Si, aprobó Tarrou, comprendo. Pero sus victorias serán siempre provisionales, eso es todo. Rieux pareció entristecerse. - Siempre, si, lo se. Pero no es una razón para dejar de luchar. - No, no es una razón. Pero imagino entonces lo que debe ser esta peste para usted. - Si, dijo Rieux, un interminable derrota
Tarrou observó un momento al doctor, después se levantó y se dirigió pesadamente hacia la puerta. Y Rieux le siguió. Le alcanzaba cuando Tarrou que parecía mirarle a los pies, le dijo: - ¿Quién le ha enseñado todo eso, doctor? La respuesta llegó inmediatamente: - La miseria


Así, a lo largo de la semana, los prisioneros de la peste se debatieron como pudieron. Y algunos de ellos, como Rambert, llegaban incluso a imaginar, se veía, que se trataban aún de hombres libres, que aún podían elegir. Pero, de hecho, en ese momento se podía decir, a mediados de agosto, que la peste lo cubría todo. Ya no había destinos individuales, solo una historia colectiva que era la peste y sentimientos compartidos por todos. Lo peor era la separación y el exilio, con lo que ello comportaba de miedo y de revuelta. He aquí porqué el narrador cree conveniente, en este punto de calor y de enfermedad. Describir la situación general y, a título de ejemplo, la violencia de nuestros conciudadanos vivos, el entierro de los difuntos y el sufrimiento de los amantes separados.
Y,si tiene tiempo lea éste también..

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