Prohibición de amarre de cruceros: "Una medida apresurada", dijo Lechman
Barrientos: "Con esta acción nos perjudicamos más nosotros que los ingleses"
12:58 | Para el legislador Eduardo Barrientos (PJ) la ley "Gaucho Rivero" no tiene "en su espíritu la prohibición del ingreso de buques de turismo" como interpretó el Gobierno para impedir la recalada de dos cruceros en el puerto de Ushuaia. "Hay un sinnúmero de personas perjudicadas por esta medida", dijo.
Prohibición de amarre a cruceros: "La ley la interpreto yo", disparó la gobernadora Ríos
Se debe a la vigencia de la llamada ley Gaucho Rivero, que en su texto impide el amarre de embarcaciones cuyo fin sea militar o destinado a la exploración o explotación de hidrocarburos, si son de bandera británica.
“La verdad no buscaba ningún efecto que no sea el cumplimiento de la ley. Independientemente de la lectura que hicieron y la crítica que hicieron, había un barco de bandera inglesa que estaba llegando al puerto de Ushuaia, una ley que prohíbe el amarre de buques ingleses, una situación de tensión y una decisión que tomar. Con el vicegobernador tomamos la decisión que creímos que teníamos que tomar, y tuvo el cariz que tuvo. Muchas veces se toman decisiones y después tienen las repercusiones que tienen”, manifestó la mandataria.
Atribuyó la controversia no a su decisión sino a la permanencia del colonialismo inglés en las islas. “La cuestión de Malvinas está teniendo la respuesta mundial que está teniendo porque es absurdo un enclave colonial en el Siglo XXI. Es absurda la posición de Gran Bretaña, solitaria y aislada en el concierto de las nacionales del mundo. Así que me parece que no es la decisión del buque, sino el anacronismo del enclave colonial, lo que está haciendo que la situación de Malvinas sea la que es y logremos el apoyo que hemos logrado a lo ancho y lo largo de toda América Latina”, destacó.
Ante las quejas de sectores turísticos por la forma en que los afecta la prohibición de amarre de cruceros, que no encuadrarían dentro de la ley vigente, Ríos no va a dar explicaciones y continuará con la misma postura: “Yo no le tengo que explicar nada a las quejas. Solamente tengo que interpretar la ley. Y la interpreto yo, no la interpreta la Cámara de Turismo. Si la Cámara de Turismo considera que la ley no es clara o que yo la he interpretado mal, tiene por un lado la vía judicial si considera que me he excedido; y por otro lado la vía legislativa, si considera que la ley debe cambiarse”, subrayó.
Sostuvo que “lo que no puede hacer la Cámara de Turismo es ejercer mi responsabilidad” y aseguró que “tenía que tomar una decisión, la tomé en el marco de la ley, notifiqué a la Cancillería, hice todo lo que tenía que hacer y cada uno puede tener la opinión que quiera tener”.
“La que da las directivas soy yo, en el marco de la interpretación que hago”, reiteró la mandataria.
Ríos confirmó que seguirá con la misma posición ante el intento de amarre de otros cruceros. “Sí, si son buques ingleses, de bandera inglesa o de conveniencia, mientras el armador sea inglés. Salvo que modifiquen la ley”, concluyó.
“La verdad no buscaba ningún efecto que no sea el cumplimiento de la ley. Independientemente de la lectura que hicieron y la crítica que hicieron, había un barco de bandera inglesa que estaba llegando al puerto de Ushuaia, una ley que prohíbe el amarre de buques ingleses, una situación de tensión y una decisión que tomar. Con el vicegobernador tomamos la decisión que creímos que teníamos que tomar, y tuvo el cariz que tuvo. Muchas veces se toman decisiones y después tienen las repercusiones que tienen”, manifestó la mandataria.
Atribuyó la controversia no a su decisión sino a la permanencia del colonialismo inglés en las islas. “La cuestión de Malvinas está teniendo la respuesta mundial que está teniendo porque es absurdo un enclave colonial en el Siglo XXI. Es absurda la posición de Gran Bretaña, solitaria y aislada en el concierto de las nacionales del mundo. Así que me parece que no es la decisión del buque, sino el anacronismo del enclave colonial, lo que está haciendo que la situación de Malvinas sea la que es y logremos el apoyo que hemos logrado a lo ancho y lo largo de toda América Latina”, destacó.
Ante las quejas de sectores turísticos por la forma en que los afecta la prohibición de amarre de cruceros, que no encuadrarían dentro de la ley vigente, Ríos no va a dar explicaciones y continuará con la misma postura: “Yo no le tengo que explicar nada a las quejas. Solamente tengo que interpretar la ley. Y la interpreto yo, no la interpreta la Cámara de Turismo. Si la Cámara de Turismo considera que la ley no es clara o que yo la he interpretado mal, tiene por un lado la vía judicial si considera que me he excedido; y por otro lado la vía legislativa, si considera que la ley debe cambiarse”, subrayó.
Sostuvo que “lo que no puede hacer la Cámara de Turismo es ejercer mi responsabilidad” y aseguró que “tenía que tomar una decisión, la tomé en el marco de la ley, notifiqué a la Cancillería, hice todo lo que tenía que hacer y cada uno puede tener la opinión que quiera tener”.
“La que da las directivas soy yo, en el marco de la interpretación que hago”, reiteró la mandataria.
Ríos confirmó que seguirá con la misma posición ante el intento de amarre de otros cruceros. “Sí, si son buques ingleses, de bandera inglesa o de conveniencia, mientras el armador sea inglés. Salvo que modifiquen la ley”, concluyó.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario