Como nos manipulan,estos dos tipos geniales desnudaron a los medios tradicionales corporativos como manipular la cabeza de los argentinos..Además de ejercer la memoria a veces es saludable debatir el presente y la obviedad de que todo es manipulación televisiva además del agregado de las nuevas tecnologías,como las redes sociales en las que se acomoda la opinión a sus gustos y preferencias a traves de motores de búsqueda ---///así que les traigo ésta web que es una joya muy actual..Y recordar a esa gran persona que fue ,Jorge Oscar Dorio fue un periodista, escritor, poeta y actor argentino, conocido por sus participaciones televisivas, como panelista o conductor, al igual que durante su etapa junto a Alejandro Dolina en el programa radial La venganza será terrible
El monitor argentino: José Máximo Balbastro (1989)
el engaño en los medios de comunicación
televisión retro, y hoy traemos un caso icónico con un VIDEO EXCLUSIVO DE RAROVHS: El Monitor Argentino: El Caso de José Máximo Balbastro (1989). Emitido el 6 de noviembre de 1988 por Canal 13, este episodio del programa conducido por Jorge Dorio y Martín Caparrós se convirtió en un hito al crear un escritor ficticio, José Máximo Balbastro, y engañar a la audiencia y a la prensa con una falsa biografía. Este experimento no solo desató un furor mediático, sino que también expuso el poder de los medios para manipular la opinión pública. Acompáñanos a descubrir los detalles de este caso, su impacto y por qué sigue siendo relevante para los amantes de la televisión argentina de los 80.
El 6 de Noviembre de 1988, por el Canal 13 se emitía el programa «El monitor Argentino» dedicado a la memoria del escritor argentino José Máximo Balbastro provocando un furor por su obra, reseñas en diarios y notas en otros programas, algo curioso siendo que ese escritor «no existía». El programa «El monitor argentino» era conducido por Jorge Dorio y Martín Caparrós, dos jóvenes periodistas talentosos e irreverentes. La emisión del 6 de Noviembre se dedicó a la memoria de un autor injustamente olvidado, José Máximo Balbastro. Nacido en 1896 y fallecido el 1 de Julio de 1974, el mismo día que Juan Domingo Perón, hecho por el cual su muerte paso desapercibida. A lo largo del programa se emitieron reportajes a figuras que resaltaban su importancia e influencia como Luis Alberto Spinetta, Federico Storani y el mismísimo Jorge Luis Borges. Se le atribuían simpatías con el Comunismo y un relato exhaustivo de su exilio en París. Se mostraron 2 ejemplares de sus obras mas célebres «Las barricadas del sudor» y «A la sombra de otros soles». El programa concluía que su olvido por parte de la sociedad se debía a su militancia en los bandos perdedores de la batalla cultural. Al día siguiente las librerías de Buenos Aires se abarrotaron de lectores en busca de sus obras. Durante la semana en varios diarios aparecieron cartas de lectores exigiendo notas sobre el autor, en 2 de ellos se publicaron biografías basadas en los datos del programa. Hubo 4 programas de otros canales que realizaron debates sobre su obra.
El domingo siguiente, Dorio y Caparrós, develaron el engaño y dedicaron el programa al poder de los medios en el manejo de la opinión pública. La foto de Balbastro era una imagen poco conocida del cineasta Luis Buñuel y las notas correspondían a entrevistas sobre otros escritores pero debidamente editadas. Las opiniones eruditas sobre un escritor inexistente le costaron el puesto al editor de cultura de uno de los diarios mas prestigiosos del país y pulverizó el prestigio de varios periodistas de la TV. Este programa no fue el primero en explorar la manipulación mediática, el año anterior Carlos Sorín había estrenado «La era del ñandú», biografía de un falso descubridor de una droga rejuvenecedora de la década del ’50.
Rara Cultura Nueva:
Entre los programas culturales (muy alejado del erróneo concepto de
«cultural = aburrido») se destacó ampliamente El monitor argentino,
producción de la Fundación Plural, dirección general de Rodolfo Hermida y
conducción de Martín Caparrós y Jorge Dorio (capaces, inteligentes,
irreverentes, algo engolados, con «raros peinados nuevos», o bigotones),
provenientes del medio gráfico (dirigían la revista literaria Babel),
con el antecedente de una innovadora propuesta radial: Sueños de una
noche de Belgrano.
Tras las cámaras se reunió un nutrido grupo: Hermida había sido
asistente de dirección del controvertido Jorge Polaco y dirigía la
escuela de cine de Avellaneda. Dardo Cúneo hijo (integrante de la
Fundación Plural) era el director editorial, Fernando Weinschelbaum el
productor ejecutivo, Willy Mealla el director en estudio, y reforzaba
uno de los temas de la semana Ani Grunwald, interpretando una canción
escrita especialmente para cada emisión.
Con temas como la pena de muerte, el erotismo de los argentinos, el cine
argentino (el debate se desarrolló con directores de cine sentados en
gradas, a la manera de Polémica en el fútbol), informes falsos como un
documental sobre el inexistente escritor José Máximo Balbastro,
representaron una expresión un poco tardía de un proceso cultural
gestado en los primeros tiempos del gobierno de Alfonsín y un evidente
avance en el tratamiento visual y conceptual de la
televisión.
Axel Kuschevatzky nos comenta: «Ellos fueron mucho más ruptura para la
época. En El monitor había cosas vanguardistas. Caparrós y Dorio eran
personajes raros, miraban para el costado cuando hablaban. Eran un
movimiento, una subcultura, como se podía expresar en el Cen- tro
Cultural Rojas y las revistas Caín y Fierro. Era la época cuando
nosotros creíamos que vivíamos en España y que Alfonsín era como el
Felipe González de Sudamérica. ¡El garrón que nos comimos!».
La crítica se dividió. APTRA lo ignoró olímpicamente, no incluyéndolo
entre los ternados en la competitiva categoría «cultural y educativo».
Aníbal M. Vinelli en Clarín (17.4.88) apelaba a la ironía, aunque sin
arriesgar juicios categóricos. Con el título «Cultura, en un nuevo
modelo», sostenía que «no carece de interés» el ciclo que se propone
mostrar cultura «sobre un nuevo modelo televisivo». Ante la abrumadora
(y muy veloz) catarata informativa, «algo habrá dejado en el supuesto
que alguien lo haya visto». Concluía: «Ante la aparente pedantería y la
intención de humor antes que el humor mismo, uno cree descubrir en los
conductores de este espacio un rasgo de loable inocencia».
Eduardo Blaustein desde Página/12 (14.9.88), un diario que compartió
ciertos «rasgos de época» con el ciclo, analizaba exhaustivamente «un
extraño ciclo, con más osadía que logros», en su intento por brindar una
hora de cultura semanal (los domingos de 23 a 24). «Este es un programa
extraño, en parte resultado de la edad de sus creadores, pertenecientes
a una generación sandwich que vio lo suficiente de los años 70 como
para llegar a los 80 y seguir buscando a prudente distancia de casi
todo. (…) El monitor argentino hace a las mejores apuestas de la tevé en
los últimos años. Quien no lo entienda así es porque estaba en otro
canal, dándole rienda suelta a otro capricho respetable que hace a las
opciones del pluralismo televisivo, que nunca fue demasiado».
A Blanca Rébori, importante periodista y difusora de expresiones
culturales nacionales más tradicionales, en su rol de crítica de El
Heraldo de Buenos Aires (21.9.88), el programa no le gustó. Y desde el
título lo dejó en claro: «Complejo de erudición y obsesivo afán de
originalidad». El monitor… más bien la irritó: «La carga estadística
atropella y hasta irrita. En palabra y en imagen». Los temas estaban
sujetos a la compaginación y la velocidad, causando (casi) una afrenta a
las costumbres y probables gustos del público nativo.
Varios años después en televisión Caparrós participó en ciclos
periodísticos de Jorge Lanata y Dorio secundó a Alejandro Dolina e
integró el panel que discutía sobre Gran Hermano (los tiempos y las
temáticas cambian, para bien o para mal, para todos).
Jorge Oscar Dorio fue un periodista, escritor, poeta y actor argentino, conocido por sus participaciones televisivas, como panelista o conductor, al igual que durante su etapa junto a Alejandro Dolina en el programa radial La venganza será terrible
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