Y LA SEGUIMOS POR QUE NO CON LAS PRIMARIAS

La épica de la derrota establece la certidumbre cuasi poética de la queja como una constante Victimización,constante que a su vez indica que, el responsable siempre es el otro ,ésta teología lacrimónica heredada de la edad media y traída por los popes de las corpos mediáticas,casi dejó ciego a Fransisco deAsís por exceso de llanto,..San Benedicto decía que había que pedir el Don de Lágrimas,hay gente que va a la iglesia a llorar, deahí a LLorar a la iglesia..(el cocdriloes el únicoanimal que llora al tragar una presa,..pero no por emotivo sino que presiona las glándulas lagrimales..de ahi las lágrimas de cocodrilo)en fin la cosa es que lectura aparte las quejas del después de las elecciones primarias  parece que ciegan de tanto llorar"..A LOS DERROTADOS,..pero..la culpa la tiene el OTRO..EL FRAUDE..LOS TELEGRAMAS DE DHUALDE,LA INCOMPRENDIDA SOCIAL DE CARRIO,o desde Tierra del Fuego la culpa la tuvieron los que no saben votar..Veamos los llantos,los quejosos que luego de tanta queja,tanta denuncia,terminaron siendo derrotados--

El ex presidente arrancó la noche festejando el segundo lugar, pero se ubicó a 35 puntos de Cristina y peleaba con Alfonsín. Sus principales laderos anticiparon presentaciones judiciales para denunciar maniobras con los telegramas.
Aquí un modelo que grafica certeramente  
AGUILÓ
El victimista suele ser un modelo humano mezquino, de poca vitalidad, dominado por su afición a renegar de sí mismo, a retirarse un poco de la vida. Una mentalidad que —como ha señalado Pascal Bruckner— hace que todas las dificultades del vivir del hombre, hasta las más ordinarias, se vuelvan materia de pleito. El victimista se autocontempla con una blanda y consentidora indulgencia, tiende a escapar de su verdadera responsabilidad, y suele acabar pagando un elevado precio por representar su papel de maltratado habitual. 

Continúa Aguiló..El victimista difunde con enorme intensidad algo que podríamos llamar cultura de la queja, una mentalidad que —de modo más o menos directo— intenta convencernos de que somos unos desgraciados que, en nuestra ingenuidad, no tenemos conciencia de hasta qué punto nos están tomando el pelo.

El éxito del discurso victimista procede de su carácter incomprobable: no es fácil confirmarlo, pero tampoco desmentirlo. Es una actitud que induce a un morboso afán por descubrir agravios nimios, por sentirse discriminado o maltratado, por achacar a instancias exteriores todo malo que nos sucede o nos pueda suceder.         Y como esta mentalidad no siempre logra alcanzar los objetivos que tanto ansía, conduce a su vez con facilidad a la desesperación, al lloriqueo, al vano conformismo ante el infortunio. Y en vez de luchar por mejorar las cosas, en vez de poner entusiasmo, esas personas compiten en la exhibición de sus desdichas, en describir con horror los sufrimientos que soportan

LA VERDAD QUE FUMAN MUCHACHOS

La cultura de la queja tiende a engrandecer la más mínima adversidad y a transformarla en alguna forma de victimismo. Surge una extraña pasión por aparecer como víctima, por denunciar como perversa la conducta de los demás. Para las personas que caen en esta actitud, todo lo que les hacen a ellos es intolerable, mientras que sus propios errores o defectos son sólo simples futilezas sin importancia que sería una falta de tacto señalar.         Hay básicamente dos maneras de tratar un fracaso profesional, familiar, afectivo, o del tipo que sea. La primera es asumir la propia culpa y sacar las conclusiones que puedan llevarnos a aprender de ese tropiezo. La segunda es afanarse en culpar a otros, buscar denodadamente responsables de nuestra desgracia. De la primera forma, podemos adquirir experiencia para superar ese fracaso; de la segunda, nos disponemos a volver a caer fácilmente en él, volviendo a culpar a otros y eludiendo un sano examen de nuestras responsabilidades.

EN ESTE CASO LA CULPA ES DE LACAIDA DE LAS VENTAS NO DE EL

Lanata por ejemplo calificó de MISERABLESa la oposición por los resultados obtenidos, y de viejas quejosas..
Cuando una persona tiende a pensar que casi nunca es culpable de sus fracasos, entra en una espiral de difícil salida. Una espiral que anula esa capacidad de superación que siempre ha engrandecido al hombre y le ha permitido luchar para domesticar sus defectos; un círculo vicioso que le sumerge en el conformismo de la queja recurrente, en la que se encierra a cal y canto. La victimización es el recurso del atemorizado que prefiere convertirse en objeto de compasión en vez de afrontar con decisión lo que le atemoriza.

"El resultado es engañoso y nos deja un sabor amargo"

“no se sabía bien cómo votar, la gente estaba muy confundida, tuvo una intención clara de votarnos a nosotros”,

Acá la culpa es el resultadoengañoso,noélactual diputadoRuben Sciutto..pero tranqui no está solo mirelo al Garra..

"Fue una primera vuelta para reconocer debilidades y fortalezas"

“No fueron votos nulos porque la gente quiso sino fueron por error. Habrá que explicarle a la gente cómo se vota, de manera tal que podrá hacerlo en positivo y no por una cuestión de error. Hemos visto muchísimos votos nuestros que quedaron invalidados por no quitar de la boleta de la candidatos a presidente de otros partidos la boleta de diputados”, explicó en FM del Sur.

Por último los que votaron a Dhualde apuestan a la segunda vuelta...En fin...un psicólogo por ahí please!!!
Fuentes consultadas..
.datos durosquepuede encontrarlo en mi lista ,de pasochsumeéloporque hay data interesante sobre la economía y lejuro,por DIO,que no escribe FIDANZA,ni ECOLATINA,..mie lo que ledigo hé..??
deblogs-Clarín,twiter,y demás yerbas..yla excelentenota de AGUILO fue extraída de 
fluvium