Río Grande.- Días atrás, por la falta de respuesta de las autoridades, unos 30 médicos renunciaron a sus cargos de directores y jefes de servicios, situación que se agravó ayer por el fallecimiento de una paciente, a quien la familia asegura que se hubiera podido salvar “si el hospital tuvieran los insumos y los equipos necesarios”.
Momentos de tensión se vivieron ayer en el hospital, por una autoconvocatoria que realizaron los trabajadores en la zona del hall central y que derivó en un reclamo generalizado y directo a la propia ministra Adriana Chapperón, cuando la funcionaria llegó al lugar y fue rodeada por familiares de pacientes, usuarios del hospital y trabajadores profesionales y no profesionales.
La funcionaria luego accedió a recorrer los distintos sectores, tomando contacto directo con los empleados del hospital, quienes dieron cuenta de los inconvenientes que padecen en su actividad diaria. Muchos familiares, con lágrimas en los ojos, reflejaron el dramatismo de quienes no encuentran respuesta para sus necesidades, ni para las personas internadas en el hospital.
“Esto no se puede comprender en una provincia con un presupuesto como el que tiene Tierra del Fuego”, aseveró un médico pediatra, denunciando que “por la burocracia y la falta de gestión no podemos seguir poniendo en riesgo la salud de la población”.
Refiriéndose al fallecimiento de Lorena Velázquez, la mujer de 37 años que no pudo ser derivada a tiempo y no pudo ser contenida en el hospital por la falta de un equipo para atenderla, el secretario Adjunta del Sindicato de Profesionales de la Salud (SIPROSA), Jorge Carmassi, dijo que “nadie quería llegar a lo que se llegó ayer, porque fue una crónica anunciada y lo dijimos un montón de veces: están esperando que se les muera alguien. Se les murió una mujer de 37 años cuando hace años que se está reclamando que reparen el equipo”.
“La gobernadora cuando cambió el ministro dijo que la política de salud la instrumenta ella. Por lo tanto, de boca mía, y me hago responsable, la responsabilidad total y absoluta de lo que pasó ayer es de la señora gobernadora Fabiana Ríos”, sentenció el representante de los médicos refiriéndose a la muerte de la paciente.
Indicando que “también lo dije que esto no es una política de Sergio Sisterna, ni de Jorge Olivo, ni de Ushuaia, donde está pasando lo mismo. La salud pública está siendo armada para ser entregada, no sabemos a quién pero la van a entregar. Yo lamento no contar con un elemento para presionar, porque somos un sistema esencial y no podemos parar”, remarcó.
Por su lado la ministra de Salud de la Provincia, Adriana Chapperón, se refirió al fallecimiento de la mujer señalando que sufría una enfermedad “muy inusual, del orden de 3 pacientes por millón de habitantes, de mucha gravedad y con índices de mortalidad superiores al 90%”.
Chapperón detalló que desde ayer se estaba buscando una derivación que no fue posible por falta de camas en Buenos Aires. "Ese último tratamiento que se buscaba tampoco garantiza la reducción de mortalidad de esta dolencia”, advirtió.
De todas formas la funcionaria reconoció la existencia de inconvenientes “burocráticos, por el funcionamiento mismo de la administración pública” que están complicando el abastecimiento de los hospitales de la provincia”.
"Me cuesta entender por qué tenemos tantas dificultades para gestionar cuando los hospitales tienen autonomía”, dijo la funcionaria. Afirmando que los hospitales públicos fueguinos “tienen plata en las cuentas pero tienen un problema administrativo serio. Hay que tomar decisiones, no son fáciles, pero hay que tomarlas con firmeza. Y esto tiene que ver con destrabar expedientes de pagos a proveedores que están atrasados”, concluyó.
Momentos de tensión se vivieron ayer en el hospital, por una autoconvocatoria que realizaron los trabajadores en la zona del hall central y que derivó en un reclamo generalizado y directo a la propia ministra Adriana Chapperón, cuando la funcionaria llegó al lugar y fue rodeada por familiares de pacientes, usuarios del hospital y trabajadores profesionales y no profesionales.
La funcionaria luego accedió a recorrer los distintos sectores, tomando contacto directo con los empleados del hospital, quienes dieron cuenta de los inconvenientes que padecen en su actividad diaria. Muchos familiares, con lágrimas en los ojos, reflejaron el dramatismo de quienes no encuentran respuesta para sus necesidades, ni para las personas internadas en el hospital.
“Esto no se puede comprender en una provincia con un presupuesto como el que tiene Tierra del Fuego”, aseveró un médico pediatra, denunciando que “por la burocracia y la falta de gestión no podemos seguir poniendo en riesgo la salud de la población”.
Refiriéndose al fallecimiento de Lorena Velázquez, la mujer de 37 años que no pudo ser derivada a tiempo y no pudo ser contenida en el hospital por la falta de un equipo para atenderla, el secretario Adjunta del Sindicato de Profesionales de la Salud (SIPROSA), Jorge Carmassi, dijo que “nadie quería llegar a lo que se llegó ayer, porque fue una crónica anunciada y lo dijimos un montón de veces: están esperando que se les muera alguien. Se les murió una mujer de 37 años cuando hace años que se está reclamando que reparen el equipo”.
“La gobernadora cuando cambió el ministro dijo que la política de salud la instrumenta ella. Por lo tanto, de boca mía, y me hago responsable, la responsabilidad total y absoluta de lo que pasó ayer es de la señora gobernadora Fabiana Ríos”, sentenció el representante de los médicos refiriéndose a la muerte de la paciente.
Indicando que “también lo dije que esto no es una política de Sergio Sisterna, ni de Jorge Olivo, ni de Ushuaia, donde está pasando lo mismo. La salud pública está siendo armada para ser entregada, no sabemos a quién pero la van a entregar. Yo lamento no contar con un elemento para presionar, porque somos un sistema esencial y no podemos parar”, remarcó.
Por su lado la ministra de Salud de la Provincia, Adriana Chapperón, se refirió al fallecimiento de la mujer señalando que sufría una enfermedad “muy inusual, del orden de 3 pacientes por millón de habitantes, de mucha gravedad y con índices de mortalidad superiores al 90%”.
Chapperón detalló que desde ayer se estaba buscando una derivación que no fue posible por falta de camas en Buenos Aires. "Ese último tratamiento que se buscaba tampoco garantiza la reducción de mortalidad de esta dolencia”, advirtió.
De todas formas la funcionaria reconoció la existencia de inconvenientes “burocráticos, por el funcionamiento mismo de la administración pública” que están complicando el abastecimiento de los hospitales de la provincia”.
"Me cuesta entender por qué tenemos tantas dificultades para gestionar cuando los hospitales tienen autonomía”, dijo la funcionaria. Afirmando que los hospitales públicos fueguinos “tienen plata en las cuentas pero tienen un problema administrativo serio. Hay que tomar decisiones, no son fáciles, pero hay que tomarlas con firmeza. Y esto tiene que ver con destrabar expedientes de pagos a proveedores que están atrasados”, concluyó.
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